¿Sabías que en México la industria tequilera y del mezcal produce un millón 732 mil toneladas de residuos contaminantes? Es demasiado, pues con esta cantidad se podría cubrir dos veces la Ciudad de México.
Estos residuos son generados después de todo el proceso de producción del tequila y del mezcal, llamado bagazo de agave. Que son los pedacitos restantes que quedan de la piña. Una fibra que, fresca, contiene azúcares y nutrientes.
Estos desechos son llevados por los productores a sitios seguros. Pero son muy ácidos e impiden que el suelo sea cultivable. Para evitar esta situación, los agaveros optaron por quemarlos. Sin embargo, transforman esas toneladas de bagazo en contaminación de dióxido de carbono.
Proyecto con causa
Ante este panorama, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tienen un proyecto que busca aprovechar el bagazo de agave y convertirlo en harina con nutrientes.
Este trabajo lo realizan Dení Grisel Cruz García y Rusty Ramírez Cos, alumnos de Biología de la Facultad de Ciencia con el proyecto Mayahuel. El cual, transforma los residuos en un tipo de harina.
Con ella se puede preparar pan, tortilla, galletas, frituras e incluso pizzas. Además, tiene varios beneficios. Por ejemplo, brinda más saciedad, mejora la digestión porque contiene un alto índice de fibra, ayuda a asimilar la fijación del calcio y no contiene gluten. Perfecto para personas con diabetes y obesidad.
Los jóvenes universitarios concursaron el año pasado en el Premio Innovación Sustentable de Walmart y quedaron entre los finalistas. Pero para poder llevar a cabo su trabajo y que se haga una realidad, buscan financiamiento.
Su propósito es adquirir maquinaria para deshidratar y pulverizar el bagazo fresco para crear la harina. Y así, reunir 35 mil pesos antes del 15 de febrero. Y otra de sus metas es ofrecer está harina a empresas que preparan alimentos y tengan alternativas más saludables para sus consumidores.
Si te llamo la atención su iniciativa y deseas apoyarlos puedes hacer un donativo en donadora.mx
Todos podemos contribuir por un país más limpio y sano.
Con información de UNAM Global