Sin duda nuestro país alberga una gran oferta de garnachas. De hecho, son básicas para el mexicano porque su grasa, sabor y consistencia nos otorgan la fuerza para empezar o terminar el día de la mejor manera. Por eso, hoy te traemos un manjar típico mexicano que se coloca como el preferido de todos: las chalupas poblanas.
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De canoas a chalupas
Muy posiblemente, estas delicias tengan su origen en la época colonial. Hay muchas versiones sobre el origen de su nombre. Pero una de las más populares hace referencia a las canoas que los antiguos mexicas utilizaban para viajar en la antigua Tenochtitlán. Otra versión, dice que la palabra chalupa se deriva de las regiones vascas y viene de “txalupa”, que significa barco. Aunque ambas teorías, podrían tener relación.
Respecto a su elaboración en sí, se dice que las chalupas fueron creadas por los frailes y monjas, como muchos otros deliciosos platillos poblanos. La historia cuenta que, un día los religiosos se dispusieron a mezclar pollo con masa de maíz. Pero al probarlo, sintieron que estaba demasiado seco, así que procedieron a agregarle salsa y cebolla.
De ese extraordinario experimento nació este manjar. Sin embargo, otros afirman que se les empezó a llamar chalupas en el río San Francisco. Sea cual sea su historia, al menos sabemos que algo es verdad, su sabor y tradición está para repetir más de dos veces.
Si se te hizo agua la boca, acá te dejamos una receta casera para prepararlas a cualquier hora.
Ingredientes:
1/2 kilo de masa para tortillas o 24 tortillas
400 gramos de pollo, tinga o cerdo hervida y desmenuzada
500 gramos de queso fresco
250 gramos de jitomate
350 gramos de tomate verde
2 dientes de ajo
1 cebolla
4 chiles serrano
Aceite para freír
Preparación:
Primero se preparan las salsas roja y verde. Así que coloca en un sartén un poco de aceite con el jitomate hecho puré. Y haz lo mismo en otro sartén con el puré de tomate verde. Cocina hasta que ambos cambien de color y estén bien cocidos.
Después licua el puré de jitomate con un diente de ajo, dos chiles, 1/4 de la cebolla y sal al gusto. Luego repite lo mismo con el puré de tomate verde.
Posteriormente, con la masa da forma a pequeñas tortillas pellizcando las orillas. O bien, coloca las tortillas directamente en un comal con un poco de aceite o manteca. Agrega otra cucharada de aceite sobre ellas y déjalas freír.
Finalmente, monta las chalupas. Primero alguna de las salsas, luego el pollo, cerdo o tinga; agrega cebolla picada. ¡Te chuparás los dedos!