Antes era común ver en las esquinas de las avenidas, en las ferias a los merengueros. También era muy común escucharlos por las tardes gritar ¡Hay Merengues! de una manera muy particular mientras recorrían los vecindarios. Pero poco a poco vemos menos. ¿Será que quedarán en el olvido?
¿Te lo perdiste?“¡Hay camotes! Bueno, ya no tanto… Camotero, y su peculiar silbido”
El perfil de los merengueros
A muchos les parezca que los merengues tienen un sabor muy empalagoso. Sin embargo, la tradición del merengue va más allá de su sabor, gracias a los dueños del oficio, los merengueros.
Los merengueros se distinguen porque sobre su mano cargan una tabla con todo tipo de merengues. Desde los que van en vaso con chispas de colores hasta los rollos rellenos, conocidos como gaznates. Además, están los clásicos merengues que te envuelven en un trozo de papel. Claro, la tabla debía tener un plástico protector encima para evitar que se contaminen o se acerquen los insectos.
Además, existía una tradición que se perdió con el tiempo, la del volado, ¿la llegaste a conocer? Básicamente, la idea era hacer una especie de apuesta con una moneda para ver si podían tener alguna promoción. De esta forma eran más llamativos, aunque no siempre era lo más conveniente.
Estos hombres iban de aquí para allá en una jornada a veces de 12 horas al día. Hace unos años se les escuchaba grita todos los días de la semana, pero de un tiempo para acá las ventas bajaron. Así, cada vez los escuchamos menos, los vemos en las calles y venden menos días a la semana.
¿Oficio en el olvido?
Una de las razones es que antes eran varias generaciones las que se dedicaban al oficio del merengue. Actualmente, eso ya no se transmite y hasta las recetas se van perdiendo.
Por otro, no solamente es salir a vender los merengues, es prepararlos; y la receta toma su tiempo. Al elaborar el merengue, se deben mezclar claras de huevo y azúcar a punto de turrón, luego se hornean. Algunos les agregan un poco de pulque para darles el sabor tradicional y mejorar su consistencia. Mientras que lo que refiere a los gaznates, es preparar unas láminas delgadas de harina. Más o menos se tardan unas tres horas en preparar su mercancía.
Si bien son menos merengueros hoy en día, quienes hay siguen poniendo su corazón en este oficio. Todavía se consume el merengue porque es un postre que encanta a chicos y grandes por su dulzura y consistencia. Por lo que es importante apoyarlos para que no acabe la tradición.
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