No hay nada mejor para una tarde calurosa que una deliciosa bebida típica mexicana. En esta ocasión, te traemos una opción fresca, pegadora y muy colorida. Se trata del Colonche, una bebida fermentada que tiene su origen en la época prehispánica. En el pasado, era considerada una bebida ritual para las cosechas y la fertilidad de las tierras.
Su grado del alcohol depende del reposo que se le da a la bebida. Cuando está recién elaborada puede consumirse hasta por los más pequeños. Pero con el tiempo, puede alcanzar hasta los 26 grados de alcohol.
Esta bebida está preparada a base de pulpa de tuna cardona, fruto de nopal y opuntia. Ingredientes que le dan su característico color rojo. Los estados donde se prepara con más frecuencia son en San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato al norte de Jalisco y Zacatecas.
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Colonche, un sabor inigualable
La mayoría de las veces, el calonche suele ser dulce y burbujeante. Su elaboración consiste en la recolección de frutos de nopal, los cuales, se trituran para obtener el jugo, que se hierve durante 2-3 horas. Después de enfriar, el jugo se debe dejar fermentar durante unos pocos días. A veces se le agrega colonche viejo como iniciador de la fermentación, aunque también se suelen usar tibicos, que son una mezcla de bacterias y levaduras.
Pero no todo es fiesta, pues debido al poco reconocimiento que esta bebida tiene, su extinción está cerca. Pues a diferencia del éxito que goza el mezcal o el pulque, el colonche no es tan popular. Además, es un licor que está en fermentación de manera permanente, lo cual vuelve imposible su embotellamiento.
Actualmente en Guanajuato, no existe ningún tipo de festival o actividad que promocione a esta bebida a nivel nacional. Esperemos que este elixir muy pronto tenga el valor que se merece y siga deleitando paladares con su extraordinario sabor.
Foto de portada: El Heraldo de San Luis Potosí