Cada 6 de enero la visita de los Reyes Magos sorprende a miles de niños en todo el país. Sin embargo, ese mismo día se comparte un delicioso postre que disfrutamos todos, la Rosca de Reyes.
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¿Cuál es su origen?
La Rosca de Reyes es un platillo que simboliza el encuentro de los Reyes Magos con el niño Dios. De acuerdo con las creencias cristianas, su forma redonda representa el amor infinito que sentimos hacia Dios.
Pero a pesar de ser una tradición mexicana, esta costumbre nació en Francia durante la Edad Media. Se cuenta, que la gente pagana cada año elegía un rey para celebrar las fiestas estacionales y para saber quién sería se llevaba a cabo un proceso muy sencillo. En una rosca llena de colores llamativos, frutas y azúcar se escondía una haba. Y quien la encontraba era proclamado de manera simbólica el rey del año.
A partir de ese momento surgieron miles de leyendas alrededor de la rosca. Por ejemplo, en el cristianismo, se dice que la haba oculta en el pan simboliza la huída de José y María para esconder a Jesús de Herodes.
Una tradición muy mexicana
En México, la tradición de la rosca llegó durante el siglo XVI, sólo que se adaptó de manera distinta adornandola con higos, ate y acitrón. Además de que sustituyó el haba por la figura de un niño.
No se conoce con exactitud cuando se empezó a esconder un muñeco en la rosca. ¡Pero eso sí! La tradición de la rosca da paso a la celebración del Día de la Candelaria. En donde las personas que tuvieron la suerte de sacar al niño de su pan regalan a los comensales atole y tamales el 2 de febrero. Además, de convertirse en el padrino del Niño Dios, vistiéndolo y llevándolo a misa ese mismo día.
Cabe mencionar que cada año en México se consume una rosca por casa, alcanzando la compra de alrededor de 4 millones de roscas al año. ¿Sorprendente, no?
Pero para que no te quedes con las ganas, a continuación te dejamos una receta sencilla y deliciosa que te dejará con ganas de más. ¡Prepárala con nosotros!
Ingredientes rosca de Reyes
5 tazas de harina
1 taza de azúcar blanca
1 paquete de levadura seca activa
2/3 de taza de leche evaporada
1/4 de taza de ralladura de naranja
2 cucharaditas de canela en polvo
1/2 cucharadita de semillas de anís
1/2 cucharadita de sal
1 barra de mantequilla aplanada
5 huevos grandes batidos
1 cucharadita de extracto de vainilla
Tiras de fruta seca o confitada al gusto
Almendras en rebanadas
Figuritas del niño Dios (opcional)
Preparación
1. CALIENTA la leche evaporada. Reserva una cucharada para barnizar y mezcla una cucharada de azúcar con el resto. Deja reposar la mezcla.
2. MEZCLA la harina, 3/4 de taza de azúcar, la ralladura de naranja, la canela, las semillas de anís y la sal.
3. AGREGA a la mezcla anterior cuatro huevos, la mantequilla, la mezcla de levadura y el extracto de vainilla. Bate hasta que se forme una masa suave y cremosa.
4. COLOCA la masa sobre una superficie lisa y enharinada. Amasa y forma una bola. Colócala en un tazón engrasado y cúbrela con plástico engrasado. Déjala reposar hasta que duplique su tamaño, aproximadamente dos horas.
5. PRECALIENTA el horno a 180°C.
6. MEZCLA el huevo batido con una cucharada de leche evaporada.
7. FORMA la rosca y esconde las figuritas en su interior.
8. Barniza la superficie de la rosca con la mezcla de huevo. Decora con las frutas secas y las almendras. Barniza otra vez. Por último, espolvorea con azúcar.
9. HORNEA la rosca por 30 minutos o hasta que esté doradita. Déjala enfriar.