El cocol es uno de los panes más conocidos de México, además de uno de los más antiguos
Famoso para las generaciones que crecieron viendo al Tata, Jorge Arvizu, en televisión; el cocol es uno de los panes más característicos de nuestro país. Fácil de encontrar y versátil para combinarse, es uno de los referentes de la gastronomía mexicana.
En realidad, cuando Jorge Arvizu comenzó a personificar al Tata y a pedir su cocol en la televisión; este pan ya tenía años de estar existiendo. Su creación se remonta hasta la época de la conquista; pues la idea de hornear el pan vino con los españoles. Así, los habitantes del Valle de México aprendieron a prepararlo, y adaptaron la receta a los ingredientes locales. Ese fue el nacimiento del cocol; cuyo nombre en náhuatl es cocolli. Aunque algunos aseguran que significa abrazo, otros afirman que su significado va más hacia las palabras enojo o riña. De hecho, se dice también que de allí viene el término cocolazo, usado para referirse a un golpe.
Este pan, en forma de rombo, puede llevar ajonjolí; aunque es bastante común hallarlo sin él. Se prepara con anís y masa de harina de trigo endulzada con piloncillo. Es tradicional, sobre todo, en los estados de México, Tlaxcala, Veracruz e Hidalgo. Aun así, es conocido en gran parte de la región nacional. También los hay de queso, y suele acompañarse, en todas sus variedades, de café de olla o de atole.
Si te gustaría conocer más sobre las recetas antiguas mexicanas; te recomendamos leer sobre el poc chuc, o sobre el ahuautle, un insecto comestible.