Tulancingo, Hidalgo, se ubica a dos horas de la Ciudad de México. Si viajas a este colorido municipio podrás disfrutar de un paseo recreativo, repleto de historia, tradiciones y la gran oferta gastronómica de la zona.
Es considerada una de las ciudades más antiguas de Latinoamérica. Se estima que su fundación data del año 645, a. C. Aunque se cree que los primeros fundadores fueron los olmecas, a este territorio se le conoce como parte del imperio de Tula y de la civilización de los toltecas.
Tulancingo deriva de los vocablos nahuas “Tule o Tular” y “Tzintli”, que quiere decir: “En el tular o detrás del tule”. Actualmente es una ciudad con más de 100 mil habitantes y muchas cosas por descubrir.
¿Te lo perdiste? “Tamuín, los sitios arqueológicos de la Huasteca Potosina”
¿Qué comer?
En Tulancingo no vas a sufrir por la comida. Nosotros te recomendamos que pruebes los molotes, una bola de masa usualmente rellena de papa bañada con chile guajillo. Sin embargo, si hay un plato que caracteriza a la ciudad es el guajolote. Una telera untada de frijoles refritos con dos enchiladas de comal por dentro.
Si tu hambre no da tregua, puedes recurrir a los siempre confiables antojitos mexicanos. Come unos tlacoyos o ve por unos buenos tacos de barbacoa, sobre todo si es jueves, ve al tianguis municipal. Aquí encontrarás la mejor barbacoa.
¿Qué hacer en Tulancingo?
Disfruta de sus maravillas arquitectónicas, como la Catedral de Tulancingo o la Iglesia de los Ángeles. También echa un vistazo a “La Casa de los Emperadores”, un lugar en el que se alojaron Agustín de Iturbide y Maximiliano de Habsburgo.
Si eres un fanático de la lucha libre mexicana, veniste al lugar indicado. El Santo, la figura más icónica de los encordados mexicanos es originario de Tulancingo y, claro, tiene su museo. El recinto cuenta con más de 200 piezas en exhibición que muestran parte de la vida y obra del “Enmascarado de plata”.
Pero si lo tuyo es lo histórico, ve a la zona arqueológica de Huapalcalco, uno de los primeros y más importantes asentamientos toltecas. No dejes de visitar el Museo de datos históricos, donde además de la historia del pueblo, encontrarás exposiciones y fotografías de Tulancingo a través del tiempo.
Las artesanías son otro de los atractivos de Tulancingo. En el tianguis tradicional podrás encontrar una gran variedad de objetos artesanales con espectaculares diseños otomíes.
Pero si lo que estás buscando es convivencia familiar, puedes pasar la tarde en el parque recreativo El caracol, o dar un paseo por el jardín La floresta.
FOTO PRINCIPAL: INDEPENDIENTE DE HIDALGO