El queso es uno de los principales complementos y alimentos de la extensa gastronomía mexicana. ¿Qué sería de las quesadillas, de las tostadas, sin su queso encima?
La elaboración de quesos en México comenzó en el periodo de la conquista y, en la actualidad, hay cerca de 40 tipos. Algunos se preparan con leche sin darle algún tratamiento especial, otros, con leche pasteurizada. Hay unos que son más artesanales, mientras que otros, son más industrializados; algunos se comen frescos y otros se dejan reposar por más tiempo, los añejos.
¿Sabías que nuestro país es de los principales productores y consumidores de queso en el mundo? ¡Estamos dentro de los 10 primeros!
Entre los quesos más populares y ricos están:
Queso crema de Chiapas
Este queso se llama así por su textura cremosa y facilidad para desmoronarse. Como su sabor es un poco salado se vuelve compañero perfecto para unos frijoles, sopas, tostadas, etc., porque realza mucho el sabor. Eso sí, no es el mismo queso crema que se utiliza para untar en panes, para botanas o para postres.
Cotija
Es originario del municipio de Cotija, en Michoacán y también es producido en Jalisco. Se deja añejar hasta por un año y tiene un sabor fuerte y agrio. No se funde, pero se desmorona fácilmente, por lo que es utilizado comúnmente para las pastas o ensaladas.
Requesón
Es muy suave en cuanto a sabor y consistencia. Es fácil de fundir, por eso es ideal para rellenar los tlacoyos o las gorditas. Se parece al queso crema untable, pero no es igual ya que su elaboración y sabor son distintos.
Chihuahua
También se le conoce como queso menonita porque fueron ellos quienes comenzaron a prepararlo al llegar a Chihuahua. Se elabora con leche pasteurizada. Está envuelto en parafina, y es de un color más amarillo, con sabor parecido al Cheddar. Es salado y es buenísimo para los chiles rellenos.
Panela
Elaborado a partir de leche pasteurizada y quizás de los más consumidos. Se desmorona fácilmente y como no tiene tanto colesterol, es ideal para las dietas; puedes comerlo con nopales, carne asada, para rellenar enchiladas. Y en muchos otros platillos. ¿Sabías que su textura exterior se debe a que se deja escurrir en canastas? De ahí que también se le conozca como queso canasta.
Queso de bola Ocosingo
Este queso artesanal proviene de Chiapas, es una bola con una capa externa semidura de una especie de quesillo, pero en el interior es mucho más cremoso. Tiene un aroma muy peculiar y fuerte.
Queso Chapingo
No es tan conocido, pero es originario del Estado de México, elaborado por la Universidad de Chapingo, su pasta es semidura y de un tono amarillento. Para su maduración se dejan unas cuantas semanas en refrigeración y se vende en la misma Universidad.
Oaxaca o queso de hebra
Originario de Reyes Etla, Oaxaca, aunque, curiosamente ahí se le conoce como quesillo, la textura de este queso fresco es suave y su preparación es más artesanal. Su consistencia elástica se debe a que luego de ser fundido, surge una gran hebra, de donde después, se forman “las correas” y se enlazan. Ya sea para gratinar papas, para unas sincronizadas, tlayudas e incluso solo, es de los preferidos por los mexicanos.
La lista continúa con el queso reata, el tetilla de Nayarit, el asadero de Aguascalientes, el queso poro… y tantos otros. ¿Ya se te abrió el apetito?
Este producto lácteo no sólo es delicioso, también es muy nutritivo. Es una gran fuente de calcio, proteínas, fósforo y grasas que ayuda al crecimiento, fortalece el sistema óseo y los músculos. El porcentaje de cada nutriente varía dependiendo de la preparación, la cantidad de agua y la consistencia del queso.
Come quesos mexicanos ya sea solos, en ciertos guisados, para botanear en las reuniones o incluso con una buena copa de vino.