El Parque Xicoténcatl es un rincón de Coyoacán, bardeado y con fuentes decoradas de talavera; ideal para pasar un rato tranquilo al aire libre
Su entrada parece la portada de un libro; pues una gran variedad de flores y árboles de sobresalen de la barda. El Parque Xicoténcatl se encuentra en un rinconcito de Coyoacán; y los visitantes asiduos aseguran que suele percibirse mucho silencio, a pesar de encontrarse junto a una avenida.
El Museo de las Intervenciones se encuentra muy cerca. Además, es un parque que admite la entrada con mascotas; por lo que para muchos de los habitantes de la zona es el lugar favorito para sacar a pasear a los perros. Cuenta con muchas bancas; y por supuesto, la naturaleza provee el ambiente ideal para relajarse.
El terreno, antes de que lo comprara un hombre llamado Eduardo Reguera; solía ser un sembradío. Fue el mismo Reguera quien se encargó de que se colocaran las tan conocidas fuentes de talavera; pero con el tiempo se fue olvidando de él. Después, los paracaidistas utilizaban esta zona; y con el descuido general y la falta de mantenimiento, los vecinos comenzaron a llamarlo el pueblo negro.
Con el paso de los años; la zona comenzó a tener más afluencia de gente, en parte debido a que la avenida División del Norte comenzó a tener más importancia en los traslados de los habitantes de la ciudad. Por este motivo se restauraron las fuentes, se limpiaron las bancas y se le dio cuidado a los árboles y plantas. En poco tiempo se tenía un parque con hermosas vistas.
Además de las fuentes, en este parque se encuentra una estatua incompleta que fue resguardada debido al significado controversial que podría tener. Dcha estatua fue hecha a principios de los ochenta por Julián Martínez. En ella se representa a la Malinche, a Hernán Cortés y a Martín, hijo de ambos. Se había colocado en el centro de Coyoacán, pero muchas personas lo tomaron a burla más que como un monumento al mestizaje (de hecho, ese era su nombre) e incluso terminaron por robarse la estatua de Martín.
Por todo esto, en 1983 el entonces presidente Miguel de la Madrid la mandó a recolocar en el Parque Xicoténcatl, sin ceremonias ni avisos de por medio. Así, sin la estatua del hijo de ambos; la Malinche y Hernán Cortés se encuentran aún entre las bancas y los árboles de este parque.