Los dulces de tamarindo son característicos de nuestro país. En la memoria de todo mexicano está la gran variedad que disfrutaba cuando era niño. Sin embargo, los dulces tradicionales ocupan un lugar especial, los tarugos, tamarindos de Acapulco, y por supuesto, las ollitas.
Por sus múltiples aplicaciones, parecería que el tamarindo es un fruto nativo de nuestro país. Sin embargo, el tamarindo fue traído de Asia y África al continente americano por los españoles durante la Colonia. En México su cultivo se hizo popular en estados como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
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Presentaciones tradicionales
Las ollitas consisten en un pequeño recipiente de cerámica o plástico que asemejan a las ollas de barro anaranjado de la cocina típica mexicana. Rellenos de tamarindo agridulce y cubiertos por un trozo de plástico o celofán, sujetado por una liga.
En sus presentaciones más tradicionales podemos encontrar tarros de barro de distintos tamaños, pero su versión más popular está es de pequeños recipientes de plástico.
Seguramente al leer esto muchos estarán recordando el sabor que las ollitas dejaban en su paladar. Aquí les diremos cómo preparar sus propias ollitas de tamarindo.
Ingredientes
300 gramos de tamarindo
1 taza de azúcar
1 taza de agua
Chile en polvo al gusto
2 tarros pequeños
celofán o plástico transparente.
Modo de preparación de la ollitas de tamarindo
Lava y pela el tamarindo. Luego toma un recipiente y vierte el tamarindo y la mitad del agua. Déjalos a fuego lento hasta que hierva.
Deja enfriar la pulpa y retira las semillas del tamarindo. Mezcla la otra mitad del agua con el azúcar y el chile en polvo. Agrega la pulpa y ponlo a fuego lento hasta que la consistencia sea uniforme.
Cuando se enfríe rellenaremos nuestros tarros hasta el tope y los cubriremos con celofán, sujetándolos con una liga o un listón. Listo, ahora puedes disfrutar de unas ollitas caseras.
FOTO PRINCIPAL: ETCÉTERA