Octavio Paz Lozano fue un poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano. Nació el 31 de marzo de 1914, y murió el 19 de abril de 1998 en la Ciudad de México. Es considerado uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Tan es así, que en 1990 obtuvo el premio Nobel de Literatura.
Su presencia es imprescindible en el desarrollo de la literatura mexicana. Su lenguaje impulsó el arte, la cultura y la historia de nuestro país. Participó activamente en la creación de innumerables revistas como; “Barandal”, “Taller”, “Vuelta” y “Plural”. Mismas que dieron paso a una nueva generación de escritores y sensibilidades literarias.
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A los 17 años inicio sus estudios en la facultad de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dotándolo de un ambiente grato para su constitución y posterior desarrollo como poeta moderno. Así lo reconoció el propio Paz: “Mi generación fue la primera que, en México, vivió como propia la historia del mundo.”
Fue un escritor siempre activo y en distintas ocasiones viajo a diversos lugares del mundo. En 1943 fue a Estados Unidos, donde se empapó de la poesía de las vanguardias angloamericanas. Transformando una vez más su lenguaje poético. En 1945, ingresó en el servicio diplomático de México y es enviado a París. Donde entabló una relación cercana con personajes del movimiento surrealista como: André Breton y Benjamin Péret.
Premio Nobel
En el año de 1963 sucedió un hecho inédito, recibió el gran premio internacional de poesía de la India y lo nombraron embajador de ese mismo país. Sin embargo, años más tarde en 1968, renunció como forma de protesta por los hechos represivos que se dieron en la Plaza se Tlatelolco el dos de octubre.
Octavio Paz destacó también en el ensayo. Además de la poesía reunida en sus Obras Completas destacan sus poéticas: El arco y la lira, El laberinto de la soledad, Los hijos del limo y La otra voz. Además de su fundamental estudio Sor Juana Inés de la Cruz
Entre otros reconocimientos Octavio Paz recibió el premio Cervantes en 1981, el Nobel en 1990 y el Príncipe de Asturias a la revista Vuelta en 1993. Su obra, sin duda, es un legado de reflexión, crítica e intensidad social que potencia el actual horizonte cultural mexicano.
Foto principal: Fondo de Cultura Económica