Musgo, razones para NO usarlo en tu pesebre

La Navidad ya está aquí, y adornar la casa con el tradicional pesebre o el nacimiento de Jesús es una de las costumbres más importantes para la religión católica. Sin embargo, aunque la decoración es muy bella, en términos ambientales, usar musgo puede dañar al planeta.

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¿Qué es el musgo?

El musgo es una pequeña planta que carece de tejido vascular o raíces y se encuentra distribuida en todo el mundo. La mayoría de las especies, viven en lugar extremadamente húmedo o cercanos al agua. Se piensa que fue uno de los primeros organizamos en colonizar el planeta.

Además, sus funciones son primordiales para el desarrollo de los ecosistemas. Pues tienen la capacidad de asentarse sobre las piedras y el suelo, para crecer y poder arraigar otras plantas de mayor tamaño.

Razones para NO usarlo

La importancia de mantenerlos intactos reside en su capacidad de retención, ya que pueden guardar hasta 20 veces el valor de su peso. Lo cual se vuelve indispensable para regular el agua. Así como retener el líquido para evitar inundaciones y volver a hidratarlos cuando el ambiente está seco.

Por otro lado, es un germinador de semillas de otras plantas, protege el suelo de la erosión y es el hogar de muchas especies. Por si fuera poco, desempeñan un papel importante en la formación del suelo. Pero lo más triste es que si lo compras, cada planta tardará siete años en volver a crecer.

Consecuencias y nuevas alternativas

Sin embargo, la lenta regeneración no es el único problema, al extraerlo de su hábitat estamos reduciendo la biodiversidad, deteriorando el paisaje y desertificando los suelos. Quizá pensar en esto puede sonar muy repetitivo, pero si no protegemos al musgo, estamos acabando con una cadena natural, que cada día, pierde más fuerza.

No extraerlo y no comprarlo son acciones que pueden marcar una diferencia. Así como usar alternativas que no necesariamente involucren una huella ecológica. Algunas de ellas pueden ser el papel pesebre de color verde, café o con ladrillos rojos. El uso de césped artificial o bien, residuos de madera y paja sintética.