Aunque los muéganos son dulces típicos de México, no es raro escuchar su nombre en algunas expresiones que forman también parte de nuestra cultura
En ocasiones ciertas tradiciones y recetas se vuelven símbolos de una época o una región. Del mismo modo, hay casos donde una frase o un sabor representan mucho más, llegando a formar parte del habla cotidiana. Así sucedió con la famosa historia de la china Hilaria, y es el caso también de los muéganos.
Seguro has oído alguna frase que haga referencia a este dulce. Generalmente, las expresiones son variaciones de “¡Como muéganos!”. Se suele relacionar a la relación entre dos o más personas que son muy unidas o que pasan todo el rato juntas. Aplica para amistades, vínculos amorosos y hasta familias.
Esta comparación viene del dulce y sus ingredientes. El muégano está compuesto de unos cuadritos de pasta unidos por una salsa de melaza o caramelo. Una vez que se endurece, es sumamente difícil despegarlos, y su sabor es muy dulce. Por ello se compara con las relaciones fuertes. Ya sean dos personas con una amistad inquebrantable o una pareja estable, sus vínculos son igual de dulces y difíciles de romper que el muégano. En el caso de las familias, aplica de la misma manera, usando la expresión de “familia muégano”.
Aunque es probable que esta golosina sea de origen español, lo cierto es que México le dio su propio toque. Por supuesto, como sucede con muchas recetas, sus ingredientes varían según el estado de la república. Aunque los de Huamantla, en Tlaxcala, son los más famosos, los de Puebla son también bastante populares.
En ocasiones, se suelen cubrir de ajonjolí, dependiendo del estado en que te encuentres. Hubo una época en la que solamente podían hallarse en Semana Santa. Sin embargo, con el paso del tiempo, fueron convirtiéndose en dulces típicos de todo el año.
Foto de portada: cocina vital