La Revolución Mexicana fue uno de los movimientos sociales más importantes de nuestro país. El conflicto armado, se inició como una lucha en contra de la perpetuación en el poder del General Porfirio Díaz.
Y si bien la mayoría de los líderes y figuras que nacieron de este movimiento y que hoy forman parte de nuestro imaginario identitario son hombres, también hubo mujeres que lucharon y marcaron el destino del país que no debemos olvidar. Por eso, a continuación, te dejamos un poco sobre su historia.
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Soldaderas
Las soldaderas fueron parte importante de la revolución mexicana. Sus tareas variaban de acuerdo a las circunstancias. Algunas de ellas acompañaban a los solados en el terreno de guerra y otras más se dedicaban a trabajar en la cocina o como enfermeras.
Bien dicen por ahí, que sin ellas los soldados no hubieran comido, ni dormido, ni peleado. Y una de las soldaderas más famosas fue Petra Herrera, quien tuvo que vestirse de hombre y ponerse el seudónimo de Pedro Herrera para ser tomada en serio dentro de las tropas revolucionarias.
Cabe destacar que gracias a ellas se dio un cambió en la sociedad con respecto a la lucha de género. Pues las mujeres ya podían hacer tareas consideradas masculinas sin ser mal vistas después de la revolución.
Coronelas
Como mencionamos anteriormente, hubo un gran número de mujeres que se dedicaron exclusivamente a la lucha armada y no sólo a labores domésticas. De hecho, ellas trabajaban el triple; en lo doméstico, lo militar y como telegrafistas, enfermeras, oficinistas, reporteras, editoras de periódicos y maestras.
Sin embargo, tres de ellas fueron las más reconocidas en el terreno de lucha. Se trata de Carmen Alanís, Juana Gutiérrez de Mendoza y La China, mejor conocidas como las coronelas.
Las coronelas tenían gente a su cargo y derrotaron a varios hombres. Por ejemplo, Carmen Alanís fue una de las mujeres que participó en la toma de Ciudad Juárez con 300 hombres a su mando. Por otro lado, Juana Gutiérrez de Mendoza y La China comandaron un batallón formado por las viudas, hijas y hermanas de los combatientes muertos que avanzaban con una fuerte sed de venganza.
Rieleras o Adelitas
Seguramente has escuchado la estrofa; “soy rielera y tengo mi Juan…”. Pues esta melodía se remonta a la época de la Revolución, en donde los hombres combatían a caballo, mientras que las mujeres los seguían a pie cargando.
Sin embargo, el papel de las rieleras, mejor conocidas como Adelitas, iba más allá, pues se encargaban del mantenimiento de los ferrocarriles.
Además, abastecían el armamento, fungían como espías y lucharon por sus derechos como mujeres y ciudadanas de la república.
«Sin ellas no hay Revolución Mexicana: ellas la mantuvieron viva y fecunda como la tierra», afirma Elena Poniatowska.
Gracias a su papel, sabemos que la revolución no sólo fue un asunto de hombres. Se dice que incluso ellas incitaron al levantamiento antes de que Francisco I. Madero hiciese el llamado nacional. Gracias a sus múltiples tareas que iban desde la producción agrícola, el uso de armas de fuego y el diseño de estrategias militares, México logró su libertad.
Para reflexionar…
Ahora que lo sabes, no limites su rol a la esfera doméstica, pues todas ellas fueron mujeres que no esperaron el regreso de sus hombres. Sino que se levantaron para unirse en la lucha contra la injusticia social que oprimía a los jornaleros y por sus propios derechos.