José García Antonio es un artesano invidente originario de San Antonio Castillo Velasco, comunidad que se encuentra en Ocotlán, Oaxaca. A la edad de 55 años, José perdió la vista debido al glaucoma. Y si bien sus ojos dejaron de funcionar, sus manos y ganas de salir adelante crecieron mucho más.
José encontró en el barro mucho que hacer y hasta la fecha lo sigue trabajando: “Soy artesano, ceramista o escultor, pues he llegado a hacer figuras de tamaño real que describen cómo fue la raza oaxaqueña, con mujeres de ropa típica y peinadas con trenzas”, expresó en entrevista con El Universal.
Chécate esto: ‘Tortillas ceremoniales, más que un alimento y un decorado’
Su trabajo como artesano le ha dado reconocimiento internacional. Sus creaciones han llegado hasta Estados Unidos, además de ganar premios en diferentes certámenes nacionales. En su estilo se incorporan diversas figuras, pero las que más sobresalen son las sirenas
“Se me opacó la vista por completo, pero no se me apagó la vida. Sigo respirando, estoy vivo y quiero trabajar hasta donde el ser supremo, al que le digo Dios, me lo permita”
José García Antonio, artesano
Narra que desde pequeño comenzó a experimentar una atracción por modelar la arcilla, al descubrir un banco de barro debajo de sus pies. Sus habilidades pronto florecieron en sus manos y supo que, en algún momento de su vida, viviría de esta pasión silenciosa.
“Sentí hermoso trabajar el barro, le fui buscando a este material, fue algo hermoso para mí, comencé a hacer lo que yo miraba. Luego, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) me respaldó y me dio a conocer. Estoy agradecido. Me casé, formé una familia, ahora tengo a mi esposa y mis hijos. Los tres son artesanos, hasta mis nietos ya llevan el trabajo de la artesanía que les dejaré por herencia”.
Su oficio ha tocado a su familia, y muchos de sus nietos hoy son reconocidos en distintas partes por su gran producción en barro. Una de ellas es Lucero, quien ha sido galardonada por sus habilidades artesanales en distintos festivales.
El oficio de este artesano es un orgullo y un gran ejemplo de progreso para todos los mexicanos.
Con información de El Universal