La guayaba tiene su origen en el continente americano; y era de gran utilidad para los aztecas
La guayaba es una fruta que nos encanta probar en helados, postres y hasta el agua fresca del día. Sin embargo, hace varios siglos esta planta era de gran importancia para las culturas prehispánicas de Mesoamérica. En especial, para los aztecas y las zonas que se encontraban en los alrededores.
En náhuatl, el árbol que daba la guayaba era conocido como xalxócotl. Xalli significa arena; mientras que xócotl es un fruto pequeño, redondo y semi macizo. Por lo tanto, xalxócotl era un fruto pequeño, arenoso y firme que hoy conocemos bajo el nombre de guayaba.
Existe un debate sobre el origen de la palabra guayaba. Algunos historiadores afirman que proviene de la mezcla de las palabras cuáhuitl, que significa árbol; y tlacoyuahua, que es quitarle la corteza a un árbol. Al juntarlas se obtiene la palabra cuayahua, que resulta idónea debido a que la corteza de este árbol tiende a desprenderse constantemente y con facilidad. Otros expertos creen que en realidad solo es una deformación de otra palabra proveniente del caribe provocada por los españoles; y que en realidad no tiene nada que ver con los aztecas.
Para estos pueblos; la hoja de este árbol era de suma importancia medicinal; pues descubrieron que se trataba del remedio perfecto para la disentería y ciertas molestias digestivas que, en esa época, eran mucho más peligrosas que en la actualidad.
Lo curioso de esto es que, a pesar de comprobar su efectividad; los españoles no registraron este descubrimiento como un dato médico relevante y tampoco lo utilizaron con frecuencia. Sin embargo, este conocimiento prevaleció pasando de generación en generación durante al menos tres siglos.
Por supuesto, el fruto se llevó a diferentes continentes; asegurando su reproducción y supervivencia. Se da sobre todo en los países de América y en zonas tropicales; y es una de las frutas preferidas para mermeladas, helados, bebidas y postres. Asimismo, es un ingrediente esencial del ponche, una tradición navideña mexicana. Suele recomendarse también por sus grandes propiedades nutricionales.