La cultura de la donación de tejidos, órganos y células se extiende poco a poco en nuestro país, a través de incentivos y campañas se han podido salvar a muchas personas. Sin embargo, los datos indican que aún son más de 21 mil personas las que permanecen en lista de espera, entre las cuales, más de la mitad necesita un riñón; mientras que el tejido con mayor demanda es la córnea. Las posibilidades de donaciones son muy reducidas ya que algunos de los órganos sólo pueden utilizarse cuando es por muerte cerebral.
Este tema vale la pena retomarse porque ¡todos podemos convertirnos en héroes! Se han creado iniciativas para fomentar la cultura de la donación en México, como la reciente aprobación de una reforma en la que todos los mayores de edad se convierten automáticamente en donadores al morir, a menos de que en vida hayan dicho que no lo deseaban; además de las tarjetas y registros de donadores. Todo esto reduce el tiempo de espera y también son una forma de combatir el tráfico de órganos.
La donación de órganos es una forma noble de salvar vidas.
Cuando una persona fallece por paro cardíaco se pueden donar las córneas, ligamentos y tendones, piel, válvulas cardíacas y vasos sanguíneos. En cuanto a lo que puede donarse por muerte cerebral están los riñones, intestino, tendones y ligamentos, piel, pulmones, vasos sanguíneos, córneas, hígado, páncreas y corazón, y en estos casos es posible donar hasta los huesos. En vida podemos donar lo siguiente: fragmentos de pulmón, sangre, médula ósea, células madre, placenta, riñón, fragmento de hígado, intestino y páncreas.
Y por si no lo sabías, te cuento que cuando donas sangre recibes muchos beneficios porque mejora la circulación y la calidad de tu sangre; además, cuando vas a donar te hacen análisis gratuitos para que estés al pendiente del resto de tu salud. Claro que la decisión de donar en vida es personal, pues hay que considerar varios elementos como la compatibilidad y los efectos en el beneficiario, las condiciones de salud y cuidados posteriores de los donantes (que por lo general siguen gozando de una excelente salud), así que no temas.
Hemos visto cambios positivos en la sociedad, hay más participación de los mexicanos, y dan fruto los esfuerzos de especialistas, médicos e instituciones. Debemos continuar en este camino de héroes porque ¡salvar vidas es cuestión de tiempo! Donar es un acto noble y generoso, con el que demostramos nuestra humanidad y amor por la vida. Al desprenderse una parte de ti, te desprendes también del egoísmo, en vez de morir, sigues viviendo, en vez de tristeza das alegría a otra persona y amplias sus posibilidades de crecer y caminar, de ver, de sentir y de amar.
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