Agricultores y campesinos crearon un santuario con alrededor de 200 mil flores de girasol en el municipio oaxaqueño de Tututepec. De esta manera, buscan que las abejas puedan recolectar el polen de flores limpias de químicos.
Estas plantaciones ocupan un corredor de tres hectáreas. Así, lo que era un paisaje triste y seco se convirtió en un campo de color amarillo lleno de vida. Todo con el objetivo de salvar a las abejas y apoyar a los insectos en su misión polinizadora.
Y es que, como sabrás, las abejas están en peligro de desaparecer, lo que sería realmente grave para el planeta. Pues la mayoría de los productos agrícolas que consumimos dependen de polinizadores como ellas.
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Entre las principales razones están el cambio climático, la agricultura intensiva y los plaguicidas. Éste último provoca que mueran inmediatamente, o bien, que, al regresar a la colmena, la contaminen y terminen abandonándola. Así lo explicó Ricardo González, ingeniero agrónomo de la Universidad Chapingo, quien orienta el proyecto junto con otros investigadores.
Otro motivo por el que están en riesgo de extinguirse es que se sustituyen las flores de las que se alimentan por otros cultivos.
Santuario único en el mundo
Por eso, surgió la idea de este santuario para las abejas que se ubica en los Llanos del Espinal.
Los girasoles son flores originarias del Centro y Norteamérica, que se utilizan para la extracción de aceite comestible. Y la eligieron porque se adapta bien a las condiciones variables del clima y ayuda a renovar la tierra.
Para mantener al santuario, las flores se venderán en cuanto concluya la etapa de floración. De esta manera, se busca que con una ganancia mínima también se apoye a los trabajadores del cultivo.
Este santuario podría ser una esperanza para nuestras amigas polinizadoras y para el resto del mundo.
Fotos: Especial