La cajeta de Celaya es conocida en todo el país debido a su importancia durante la guerra de Independencia
Celaya, una ciudad del estado de Guanajuato; tiene sus orígenes en el año de 1571. En ese entonces se fundó como la Villa de la Purísima Concepción de Zalaya. Estaba constituida por un convento, una Plaza de Armas y varias tierras que diferentes familias administraban para sembrar y cosechar. Sin embargo, como las vacas no se adaptaban tan fácilmente; los pobladores utilizaban leche de cabra para preparar distontas recetas. Entre ellas, el dulce de leche. Esto dio como resultado la Cajeta de Celaya.
El 21 de septiembre de 1810, apenas unos días después del grito; Hidalgo y el ejército Insurgente tomaron la ciudad de Celaya. El Mesón de Guadalupe fungió como su hospedaje y el sitio de organización del recién creado ejército. Aquí se reconoció la practicidad de la cajeta; puesto que era fácil de almacenar, transportar y tardaba mucho en echarse a perder. Los Insurgentes la llevaron consigo; y fue de gran ayuda para la alimentación de las tropas; pues en guerra constante era difícil encontrar alimentos saludables. Debido a esto, en el 2010 la Cajeta de Celaya fue proclamada como el Postre del Bicentenario Mexicano.
Hoy en día, la cajeta se produce en masa; aunque en Celaya todavía se produce de forma artesanal. Puede encontrarse en su sabor tradicional, que es la quemada; envinada o con vainilla. Además, se fabrican productos derivados, como el helado, dulces chiclosos, paletas, malteadas y hasta tamales. En ocasiones se le agrega cierta cantidad de leche de vaca, pues esto la hace más barata y accesible.
En los últimos años es cada vez más común encontrarla en envases de plástico. Sin embargo, es tradicional encontrarla en frascos de vidrio; pues se dice, conserva mejor el sabor. Asimismo, en Celaya es posible encontrarla en una cajita de madera, que es como se almacenaba en la época previa a la Independencia. De hecho, cajeta proviene de la leve deformación de cajita; que se fue dando con el tiempo y probablemente también debido al ajetreo de la guerra.