La verdadera historia que no sabías.
No hay día que no llegue, y qué mejor que cuando se trata de la mayor celebración del año en México.
El Día de Muertos no sólo es la colocación de ofrendas para los difuntos, o de disfrutar de un delicioso pan de muertos.
Este día nos regala una gran historia detrás de todas las connotaciones más populares.
Tal es el caso de la catrina y catrín.
Es quizás, la figura más representativa de tal conmemoración.
Su origen se encuentra en la época del porfiriato en México, durante el mandato del presidente Porfirio Díaz, que abarcó gran parte del período de 1876 a 1911.
El Catrín es una representación de la alta sociedad de la época porfiriana, caracterizada por su elegancia, sofisticación y estilo refinado.
Dichos hombres tenían cierto abolengo y nivel socioeconómico, imitado de la alta alcurnia de Europa.
Esta figura se ha convertido en un símbolo de la vanidad y la ostentación de la aristocracia de la época, que solía vestirse con ropa de moda europea y participar en eventos sociales y culturales.
Los catrines solían pasear por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Generalmente con un traje de pantalón a rayas, un bastón y un gran bombín
El artista mexicano José Guadalupe Posada es ampliamente reconocido por popularizar la imagen del Catrín a través de sus ilustraciones y grabados.
Fue en 1912 que Posada creó “La Calavera Garbancera”
Dicho nombre se le atribuía a la burla a las personas que vendía garbanzos.
Y es que estos vendedores, en su gran mayoría, contaban con sangre indígena y buscaban dejar sus orígenes atrás con el fin de pretender ser vistos como europeos al vender esta semilla.
Posada es conocido por su papel fundamental en la creación de numerosas calaveras y figuras esqueléticas que se asocian con el Día de los Muertos en México.
El Catrín, junto con su contraparte femenina, “La Catrina,” se han convertido en elementos icónicos de la celebración del Día de los Muertos en México.
Estas figuras calaveras, que a menudo se visten elegantemente, simbolizan la igualdad en la muerte y sirven como recordatorio de la finitud de la vida y la importancia de recordar a nuestros seres queridos que han fallecido.
Hoy en día, el Catrín y La Catrina son personajes populares en desfiles y festividades del Día de los Muertos, y sus imágenes se utilizan en calaveras de azúcar, artesanías y maquillajes festivos.
Su legado artístico y cultural sigue siendo una parte integral de las tradiciones mexicanas.