México es el segundo país con más plantas medicinales

La riqueza de México es inmensa, podemos notarla en todos lados. En la gastronomía, en nuestras tradiciones, incluso en las personas. Nuestro país tiene mucho por ofrecernos y es nuestro deber utilizarlo, claro, no en exceso, también es nuestro deber cuidarlo. Cuidar nuestros ecosistemas, las especies y por supuesto, a las plantas.

Porque si no lo sabías México es el segundo país con más plantas medicinales registradas. Contamos con aproximadamente 4 mil 500 plantas en el territorio. ¿Más de las que te esperabas no? Tampoco es algo que debería extrañarnos.

En nuestro país es muy común usar una planta para sustituir algún medicamento. Que el té de orégano para los cólicos, la hoja de aguacate para el colesterol, el anilillo para el riñón. Sus propiedades son infinitas y los productos derivados también. Hay pomadas, polvos y mezclas para hacer té. Desde siempre los mexicanos hemos confiado en la flora para estar sanos.

Plantas endémicas en conservación

Ahora les toca a los científicos y universidades involucrase. Apoyar las investigaciones sobre el tema, crear nuevas y mejores políticas. Por eso en el decimoséptimo Simposio de Plantas Medicinales no sólo se hablaron de las propiedades curativas de las plantas. También de su conservación. Pues algunas son endémicas y debemos evitar la sobre explotación, para que no se agoten.

Un ejemplo es el científico Alexandre Cardoso Taketa, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Pues ha realizado el primer cultivo in vitro de callos de helecho, una planta endémica del país. Hay registros de que documentan beneficios neuroactivos.

Otro caso es el de Rachel Mata de la Facultad de Química, quién se dedica a investigar los compuestos activos de las plantas. Está trabajando con la savia circinata, la prodigiosa y cola de zorra para saber cuáles son las moléculas exactas que ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre.

Son este tipo de investigaciones que abrirá nuevas puertas en el mundo de la medicina. Porque muchos productos naturales podrían ser considerados medicamentos y las personas los adquirirían a un precio más económico.