Cerro de San Pedro un pueblo con encanto fantasmal

A tan solo 20 kilómetros de la capital de San Luis Potosí, se encuentra un pueblo con un encanto casi fantasmal, que recibe una gran cantidad de turistas. Cerro de San Pedro se encuentra en zona montañosa del estado potosino. Donde su gran historia contrasta con sus pocos habitantes.

Ahí, no encontrarás a más de 200 personas, mientras que en el municipio, que lleva el mismo nombre, se registran poco más de 3 mil habitantes. Esta localidad de San Luis Potosí que hoy parece casi abandonada, en su momento fue uno de los asentamientos mineros más importantes de la región.

El pueblo del Cerro de San Pedro tiene casi 500 años de historia y comenzó con el registro de las primeras minas en 1592, por el capitán Miguel Caldera. En 1595 empezó la extracción de minerales, como el oro y la plata. Sin embargo, durante el siglo XVII el pueblo quedó casi abandonado.

La bonanza minera regresó durante el siglo XVIII y mantuvo su tradición hasta el siglo XX. Cerro de San Pedro es un excelente lugar para pasar el fin de semana y está a tan sólo cinco horas en automóvil saliendo de la Ciudad de México.

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¿Qué hacer?

Como todo pueblo minero, Cerro de San Pedro tiene minas abandonadas que puedes visitar. No obstante, actualmente sólo está permitido ir a la “Mina de la cárcel”. Donde los guías te contarán la historia de los mineros y los presos.

Otros atractivos son: la iglesia de San Nicolás de Tolentino (patrono de los mineros) y el Templo Parroquial de Santiago Apóstol, que data del siglo XVII. También, es recomendable que visites el taller de artesanías más famoso del pueblo, llamado “El Guachichil”. Asimismo, puedes visitar las ex haciendas. De entre las cuales, te recomendamos ir a “La Parroquia”.

Si lo tuyo es el ecoturismo, puedes practicar el ciclismo y el senderismo en la montaña. Cabe recordar, que el acceso a las minas y socavones está restringido por el inminente peligro.

¿Qué comer en el Cerro de San Pedro?

Los platillos más representativos de la región son la barbacoa, las carnitas de puerco, el chicharrón y los frijoles puercos. No olvides acompañarlos de un rico pulque o mezcal, y para el postre escoge una melcocha o miel de tuna.

FOTO PRINCIPAL: CONSEJO CIVIL MEXICANO PARA LA SILVICULTURA SOSTENIBLE