Si hay una leyenda que todo mexicano se sabe es la de La Llorona, pero muy pocos conocen la historia de la tumba de la Llorona. Y es que, en el Pueblo Mágico de Jerez, Zacatecas, específicamente en el Panteón de Dolores, se encuentra una tumba que ha llamado la atención de más de un ciudadano.
La tumba tiene la estatua de una mujer. Y aunque para muchos les parece una virgen, su rostro manifiesta dolor, sufrimiento y soledad. Incluso, algunos comentan que se le ha visto llorar, mover sus manos, lagrimear y hasta cerrar los ojos.
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Entre la tumba y los lamentos
Que cuando la famosa estatua cierra los ojos, significa que la llorona salió en busca de sus hijos. Pues muchos saben que, entre la locura de la mujer, asesinó a sus tres hijos de la manera más cruel. Ahogando a dos de ellos en un río y al otro quemándolo vivo.
Y aunque al poco tiempo se arrepintió de lo cometido, ya era demasiado tarde. Ahora sólo le quedaba cargar con esa pena tan grande, que nunca iba a terminar.
Ya que después de su muerte, continuó en la búsqueda de sus hijos. Pues los habitantes de Jerez comentan que siguen escuchando los desgarradores lamentos de la mujer que grita “¡Ay mis hijos!”.
¡Huye de los gritos!
Entre los rumores de la estatua, se dice que cuanto esta tiene los ojos cerrados se escuchan los gritos de dolor de la mujer.
Incluso, se sabe que cuando la llorona anda suelta, los niños corren peligro. Pues si el fantasma anda por las calles y se encuentra a un niño, lo toma pensando que ha encontrado a su hijo. Pero cuando se da cuenta que no son ellos, se los lleva para matarlos.