En México contamos con miles de formas y maneras curiosas, divertidas y extremas para turistear. Una de ellas es la Travesía Sagrada Maya, una nueva forma de navegar por el mundo prehispánico.
Desde 2007 se ha realizado anualmente. Es un evento cultural sin fines de lucro que celebró este año su décimo tercera edición interrumpida.
Repasando la historia
Para la realización de estas actividades se recurrió a un asesoramiento por parte del Centro de Estudios Mayas de la UNAM. Gracias a esto se pudo recrear la travesía lo más apegado posible a la historia.
Recordemos que los mayas eran hábiles navegantes que cruzaban el mar en canoa hasta la isla de Cozumel. El objetivo de llegar a la isla era para venerar a la diosa madre Ixchel a través de ofrendas.
Después de años de tradición, esta trayectoria se convirtió en una costumbre religiosa, la cual se vio interrumpida por la llegada de los españoles a la península de Yucatán.
Los españoles se apoderaron de la red comercial marítima y prohibieron a los mayas continuar navegando por las aguas.
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La recreación de la historia en la Travesía Sagrada Maya
La recreación de esta travesía no fue nada fácil. Pero gracias al asesoramiento de la UNAM, se pudo repasar la historia lo más apegado a lo que realmente sucedía.
En cuanto al vestuario, las telas, el maquillaje, los personajes, los rituales y las danzas, de igual manera se encuentra completamente idéntica a la historia. Tal y como lo escribió Fray Diego de Landa en su manuscrito ‘Relación de las cosas de Yucatán’.
La Travesía Sagrada Maya consta de 60 canoas para recorrer más de 60 kilómetros de ida y vuelta. El primer trayecto es de cinco a seis horas contra corriente y al caer la noche se realiza la celebración del Oráculo.
Si deseas poder adquirir mayor información para participar en esta trayectoria llena de historia, te dejamos la página oficial del evento.
Fotos: Especial