Sin duda, Baja California Sur aloja varios paraísos naturales que colindan con el mar de Cortés y el océano Pacífico. Uno de ellos es el pequeño pueblo mágico de Todos Santos que se encuentra en medio del desierto.
Está rodeada de árboles frutales y verdes sembradíos, debido a las filtraciones subterráneas de agua. Tiene de escenario perfecto playas con fuerte oleaje ideales para los amantes del surf de todos los rincones del mundo. Se localiza a una hora de La Paz. Al llegar te embrujará la belleza de sus calles de granito decoradas con papel picado. También los llamativos colores de sus casas en donde algunas tienen figuras de ‘santos’ en lo alto de sus entradas y a su pie cactus y palmeras.
Mezcla de culturas y arte
Este poblado es hogar de artistas, surfistas y extranjeros. Quienes se establecieron cuando el sitio estaba aislado y que llevan viviendo desde 10 hasta 30 años ahí. Por eso, no es de extrañarse que el ambiente este mezclado de cultura y lleno de arte. De paseo por sus calles encontrarás varias galerías en las que hay obras de arte. Así como libros, fotografías, artesanías mexicanas y de otros países como India, y Asia en general.
Todos Santos parece que salió de un cuento en donde el tiempo se queda estático. Es ideal para recorrerla y tomar asombrosas fotografías, respirar la paz que te da la tranquilidad del pueblo y finalmente despedir al sol con sus deslumbrantes atardeceres.
Cuenta con los Tortugueros La Playita, que se dedica a la protección y liberación de las tortugas golfinas. Puedes vivir esta experiencia del 15 de noviembre al 15 enero. Al caer la noche lánzate a conocer el Hotel California,que se inauguró en 1950, disfruta del bonito bar que tiene tomando una copa en compañía de una charla amena.
No te quedes con las ganas de explorar este pequeño rincón que te aseguramos te dejara cautivado.