El taco que ha salvado a más de un mexicano para no terminar muerto de hambre. El superhéroe de los tacos, versátil y único. El taco placero.
Sus orígenes varían. Algunos dicen que recibieron ese nombre por los tacos de chicharrón y carne que servían en la plaza de toros. Otros creen que los creadores fueron las personas que ayudaban en el mercado a cargar las bolsas de los clientes. Según la historia, al final de la jornada juntaban los vegetales que sobraban, comida y otros ingredientes en una tortilla. Y de ahí nació el taco placero. Pero ¿quién puede saberlo con seguridad?
La verdad, acá entre nos, no hay un solo creador. Hay muchos. Ah sí, no podemos adjudicarle el crédito de esta delicia mexicana a una sola persona. ¿Quieres saber quiénes son? ¡Pues todos! Cualquier mexicano que ha preparado un taco placero en su vida. No esperes una receta porque esta vez no hay. Por ejemplo, hay quien considera obligatorio el pápalo en un taco placero.
Otros tienen su receta clásica con chicharrón, aguacate o guacamole, queso panela y por supuesto la salsa. Para unos no pueden faltar las habas y los nopales. También puedes prepararlo ponerle unos buenos frijoles o echarle rábanos. El chicharrón puede ser simple o con gordito, para que amarre cómo no. El chiste es que tu taco placero quede como te gusta y en cada bocado obtengas el sabor perfecto. Y no como el Taco Placero de Paquita la del Barrio, a nadie se le desea eso.
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Aparte lo mejor del taco placero es su preparación, porque es facilísima. Ideal para esos días en los que tienes hambre, pero no sabes qué comer, y te da mucha flojera preparar algo más elaborado. Tortilla azul o normal, pápalo o cilantro, no importa. Porque cada taco placero es único en su esencia. ¡A entrarle!