Santo Domingo, la construcción virreinal más imponente de México

Si visitas Oaxaca, uno de los lugares que no te puedes perder es el templo de Santo Domingo, ubicado a solo seis cuadras del zócalo de Oaxaca, en la esquina de Macedonio Alcalá y Adolfo Gurrión. El interior está decorado con un árbol genealógico de Santo Domingo de Guzmán, pinturas que representan pasajes del Antiguo Testamento y es considerado uno de los edificios más representativos del Barroco mexicano.

¿Te lo perdiste? “Maltaraña, la abandonada mansión del porfiriato”

 Historia del Centro Cultural Santo Domingo

En las faldas del Cerro del Fortín, los Dominicos construyeron el Templo de Santo Domingo. La construcción se inició a mediados del siglo XVI y no se concluyó sino hasta mediados del siglo XVII, con una superficie cercana a los 40 mil metros cuadrados.

Durante la colonia se utilizó como un gran centro de evangelización. Sin embargo, después de la guerra de Independencia y con la separación de los bienes del clero que trajeron las Leyes de Reforma, el edificio fue desalojado y ocupado por las fuerzas armadas. Se cerró al culto en 1886 y se reabrió hasta 1902. Pero el edificio siguió a cargo del ejército mexicano, fue hasta 1993 cuando se decidió dedicar el inmueble a fines culturales.

Antes de abrir sus puertas al público, pasó por un largo proceso de remodelación en el que se restituyeron más de seis mil metros cuadrados de construcción. Alrededor del 50% de la construcción original. Para esta labor titánica se necesitó un equipo multidisciplinario que incluyó a arqueólogos, arquitectos, restauradores e historiadores, entre otros.

El 24 de julio de 1998, abrió sus puertas al público el Centro Cultural Santo Domingo que está compuesto por el Museo de las Culturas de Oaxaca, la biblioteca “Fray Francisco de Burgoa”, el Jardín Histórico Etnobotánico de Oaxaca y la hemeroteca pública “Periodista Nestor Sánchez Hernández”.

Este fue uno de los conventos más importantes durante la época colonial y hoy en día es una de las construcciones virreinales más imponentes de México y tal vez de Latinoamérica.

¿Qué ver?

Si lo tuyo es la historia, puedes adentrarte en el Museo de las Culturas de Oaxaca, este te llevará por un viaje de desde los primeros habitantes de la región en el año 10, 000 a. C., pasando por los grandes señoríos, hasta la época contemporáneo.

Luego puedes darte una vuelta por Jardín Etnobotánico, que en su más de 2.3 hectáreas de extensión alberga cerca de 7 mil 330 plantas custodiadas, mil 300 plantas cultivadas de 474 géneros y 140 familias botánicas, mientras que el herbario está compuesto de cerca de 3 mil 100 especímenes.

¿Qué comer?

Después de disfrutar la belleza arquitectónica y todas las actividades que el Centro Cultural Santo Domingo tiene que ofrecer, seguro te va a dar hambre, y no hay mejor lugar para tener hambre que Oaxaca.  Su gastronomía es de las más coloridas y prestigiadas de nuestro país.

Si tienes calor puedes beber un refrescante tejate (bebida preparada con maíz y cacao). Para calmar el hambre puedes comprar una bolsa de chapulines. Pero si quieres disfrutar de una buena comida, puedes ir al Mercado 20 de noviembre, pedir una tradicional tlayuda con quesillo y tasajo, un rico mole o un sorprendente caldo piedras con camarones, pescado, chile y hierbas. No te arrepentirás.

FOTO PRINCIPAL: VIVE OAXACA