Aproximadamente a unos 45 kilómetros de Oaxaca se encuentra Santiago Matatlán. Este pueblo es considerado la capital mundial del mezcal. Para llegar toma la carretera federal 190 rumbo al Istmo de Tehuantepec, pasa Tlacolula de Matamoros y tras 15 minutos prepárate para beber un buen mezcal.
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Historias con tradición
El nombre de este pueblo viene de los vocablos del náhuatl “Matlatl”, que significa red y “Tlan”, lugar, es decir “Lugar cerca de redes”. La principal actividad económica aquí es la producción de mezcal. Puedes recorrer el pueblo para observar el proceso de cultivo, jima, cocción y molienda de las piñas de maguey, antes de la fermentación y destilación del agave.
El mezcal que se produce en Matatlán es el más prestigioso del país, está en las cartas de los mejores restaurantes y en eventos de proyección internacional. La entrega de los premios Ariel y la Guelaguetza son solo algunas de las festividades que usan al mezcal como rasgo distintivo de su mexicanidad.
Santiago Matatlán, variedad e historia mezcalera
Los maestros mezcaleros de Matatlán siguen las estándares que certifican su comercialización. Cada botella debe tener de 45 a 48 grados de alcohol como mínimo. No obstante, existen variedades de mezcal con 60 grados de alcohol.
El mezcal de agave espadín es de los más típicos de la región. Sin embargo, en Matatlán hay distintas variedades entre las que destacan el tobalá o “Papalometl”, el cuishe, el tepexate y papalote.
Cada uno con un sabores característicos que van de las notas suaves y amieladas, a los agaves de fuertes aromas e intensidad duradera. El mezcal también se clasifica de acuerdo a su elaboración. Existen los mezcales 100% de agave,pero también existe otro tipo que añade hasta un 20% de otros ingredientes.
Uno de los mezcales (que añaden otro tipo ingredientes) más famosos es el tipo pechuga. Éste tiene la particularidad de incluir una pechuga de guajolote al alambique durante la destilación.
También puedes elegir un mezcal de acuerdo a su añejamiento. Mezcal blanco (almacenado aproximadamente por dos meses); madurado en vidrio (por lo menos un año en recipientes de vidrio); reposado (entre dos meses y un año); y el Añejo (por lo menos un año en barricas de no más de 200 litros).
En Santiago Matatlán, además del mezcal podrás disfrutar de sus calles, hablar con su gente (la sal de la tierra) o admirar el Templo de Santiago Apóstol, estamos seguros de que no te arrepentirás.
Con información de NSS Oaxaca
FOTOS: VIVE EL MEZCAL