¿Qué debo hacer para evitar las compras compulsivas?

“El que muere con más juguetes, gana”, dice una frase popular. Otros, opinarían lo contrario: “compramos cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos, para agradar a gente que no nos agrada”. El consumo compulsivo se refiere a compras que son repetitivas y en exceso, como un antídoto para la tensión, ansiedad, depresión o aburrimiento. La adicción a las compras suena inocente, pero puede ser igual de grave que el alcoholismo.

Según algunos estudios, hay cuatro mujeres con Trastorno de Consumo Compulsivo (TCC) por cada hombre. Se piensa que esto se debe a la fuerte presión social que se pone en la imagen.

Sin embargo, no sólo las mujeres son víctimas de las compras compulsivas, también los varones, que cada vez son más proclives a consumir gadgets. Un dato interesante en este tema es que además de productos, el consumo compulsivo también abarca juegos de azar.

Existen tres elementos que caracterizan conductas de consumo negativas:

1. La conducta no es realizada por decisión.
2. La gratificación es corta.
3. El comprador experimenta fuertes sentimientos de arrepentimiento o culpa después de consumir.

La manera correcta para enfrentar este problema es asumiendo lo que es: un problema.

No existe manera de “auto-curarse” dado que es una adicción y carece de cualquier autocontrol. Lo más recomendable será buscar ayuda de un psicólogo. La gente menos vulnerable a sufrir este trastorno suele tener un buen grado de autoestima, por eso, es necesario averiguar todo el contexto que hay detrás de esta conducta.