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Piedra negra, el relato zacatecano que da miedo #AyNanita

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Zacatecas es un estado minero que está repleto de leyendas. Hay una que mezcla la ambición y la juventud, con una extraña maldición. La leyenda de la piedra negra es un relato que data de la época colonial y que, todavía, sigue siendo muy popular entre los zacatecanos.

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Tesoros escondidos…

Esta leyenda narra la historia de Misael y Gildardo, dos amigos que se adentraron en la sierra zacatecana con el objetivo de encontrar los tesoros que escondían esas tierras.  En ese entonces existía la creencia de la sierra de Zacatecas escondía una cantidad inconmensurable de riquezas.

La ambición de los jóvenes los llevó a someterse a todo tipo de privaciones y a pasar mucho tiempo a la intemperie. Algunos días, quizá semanas después de haber iniciado su búsqueda, encontraron una cueva, al adentrarse en ella se toparon con una extraña piedra negra de color brillante.

Piedra negra
EL FONÓGRAFO

Sin tener conocimiento de lo que era aquella roca, dieron por hecho que era de gran valor, así que se dispusieron a llevarlo a su pueblo. En el pueblo corrió el rumor de que los jóvenes encontrarían la fortuna en la sierra.

Los días pasaron y no había señales de Misael y Gildardo. Así que los pobladores de Zacatecas se organizaron para ir a buscarlos. Los lugareños hallaron sin vida a los jóvenes a las afueras de cueva. Sus cueros presentaban heridas que parecían producto de algún arma punzocortante.

Piedra negra del mal

Nadie se explicó el fatal desenlace, sin embargo, decidieron llevarse la piedra y los cuerpos al pueblo para darles cristiana sepultura. La piedra quedó en manos de un comerciante de conducta intachable quien, tras unos días de tener en custodia a la piedra, asesinó a su mujer para suicidarse después.

Nadie daba crédito de lo acontecido, no se explicaban ninguna de las dos tragedias hasta que uno de los vecinos hizo una observación: el único factor en común era la piedra. Fue entonces cuando decidieron deshacerse de ella y un grupo de voluntarios se ofreció para regresar la piedra a su lugar de origen.

Al pasar los días y ver que nadie regresaba, los pobladores de Zacatecas temieron lo peor y decidieron ir en búsqueda de los voluntarios. Los encontraron en la cueva, todos estaban muertos y tenían heridas similares.

Desesperados y temerosos de la maldición de la piedra, recurrieron al sacerdote de la catedral, éste la roció de agua bendita y ayudó a los lugareños a trasladar la roca. Se dice que piedra negra  fue incrustada a los pies de una campana en un muro de la catedral de Zacatecas,  y si alguien se acerca demasiado la campana suena misteriosamente. #AyNanita