Pedro Infante cumpliría hoy 101 años. Recordemos al gran ídolo

Hoy es el natalicio de “El mil amores”, “Pepe el Toro”, “El ídolo de Guamúchil”. Hablamos del gran señor Pedro Infante. No importa la edad que tengas, has escuchado de él, no mientas. Lo viste rifarse en las películas de la Época de Oro del Cine Mexicano. Seguro lo has escuchado cantar en los cumpleaños. Sí, no importa el tiempo que pase, la gente no puede superarlo.

Y es que cómo hacerlo. Infante era la máxima representación del héroe mexicano. Aunque no lo creas, a pesar de que interpretaba personajes alcohólicos y mujeriegos, él no tomaba alcohol, porque era diabético. Además, le encantaba el frontón, el boxeo y el béisbol.

La noticia de su muerte conmocionó al país. Las calles se llenaron de ambulancias, sus admiradoras se desmayaron, la cruz roja estuvo atendiendo a fanáticos, las personas no podían creerlo.

De hecho, algunos habitantes de Chihuahua creen que Pedro Infante no murió en ese accidente de avión. En el pueblo de Delicias existe una leyenda urbana sobre su muerte. Cuentan que el accidente fue arreglado por un político de la época. Al parecer el artista se involucró con la amante del señor. Pero la gente que contrató no pudo hacerlo y lo secuestraron. Provocaron el accidente, para que el político y las personas creyeran su muerte. Pero en realidad Infante estaba a salvo.

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Hay quienes dicen que estaba oculto en un pueblo de Chihuahua, otros que pasó algunos años en Veracruz. Fue en 1980 cuando comenzaron las sospechas, pues apareció un señor con una voz muy parecida y rasgos similares. Se presentaba como Antonio Pedro. No se sabía mucho de él, sólo que era de un pueblo del norte, nunca especificó cuál. Y las personas van al cementerio de Delicias a dejar flores y coronas a la tumba del señor Antonio.

Como ves, Pedro infante era un fenómeno. Grabó más de 300 canciones y apareció en más de 60 películas. Dejó proyectos inconclusos, como El charro y el cowboy, de producción estadounidense. Lo único que nos queda es recordarlo con cariño. Ver “Dos tipos de cuidado”, “Tizoc” o “Los tres huastecos” y preservarlo en la memoria como el gran artista que era.

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