Para un chocolate espumoso, un molinillo de Santa María Rayón

¿Qué te parce una rica tacita de chocolate espumoso? Sí se antoja, la verdad. Y más si es mexicano. ¿Pero qué tiene de especial la espuma? Bueno, pues desde la época prehispánica tuvo un significado espiritual en varias culturas. Era la parte más deseada por todos por considerar que estaba viva. Además, se le relacionaba con la fertilidad y la fuerza.

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La clave para lograr un chocolate espumoso está en el molinillo. Sólo tienes que sostener el mango entre tus manos y girarlo. Frotando una palma con la otra (como cuando las mamás soban a los niños pequeños cuando se machucan un dedo). El movimiento debe ser constante hasta formar la espuma deseada. Y el molinillo debe ser de buena calidad.

Existe un lugar en donde fabrican los mejores molinillos para preservar el legado prehispánico del chocolate espumoso: el municipio de Santa María Rayón. Se ubica en el Estado de México y aquí están los mejores talladores de madera del país. Ya sean objetos utilitarios u ornamentales, ¡todos son bellísimos!

El arte detrás del molinillo

La madera que ocupan para elaborar los tradicionales molinillos es muy suave, no deja olor ni sabor. Ésta se coloca en una especie de tubo llamado torno de violín y gira a 3 mil 600 revoluciones por minuto. Después se va tallando con unas piezas de metal para formar los aros. Estos anillos deben tener movimiento, pues con ellos se forman las burbujas.

Al tallarlo con una pieza de madera, el color oscurece. Muchos creen que es pintura… ¡pero no! Sucede que la fricción de la madera hace que se queme.

La destreza de las manos de los artesanos es impresionante. Gracias a la velocidad del torno, los movimientos y la técnica tan precisa, logran un diseño increíble.

Después de quitarlo del torno, añaden a mano los detalles de la decoración. Luego se limpia el interior de los aros. Por último, se pule para que brille un poco… y listo. Parece fácil pero no lo es. ¡Estos artesanos son unos expertos!

Tallar madera es una actividad que forma parte de la historia e identidad de Santa María Rayón. No por nada su escudo es un árbol.

Hay gran variedad de diseños de molinillos. Unos más detallados, otros más sencillos. Todos hechos con un inmenso amor por la madera tallada.

Así que visita este pueblo artesanal y llévate un legendario molinillo, indispensable para preparar tu chocolate espumoso.