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Palabras del náhuatl que perviven en el español de México

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El español de México es el resultado de una rica fusión lingüística en la que el náhuatl ha tenido un papel determinante. Día con día, muchas veces sin darnos cuenta, ocupamos decenas de palabras de origen prehispánico ¿Te has preguntado su significado? Te compartimos algunas palabras del náhuatl que perviven en el español de México:

 

En la gastronomía

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El molcajete, utensilio básico de la cocina mexicana, toma su nombre de los vocablos “caxitl” (escudilla) y “molli” (guisado), de donde proviene el platillo típico de Puebla. Generalmente, en un molcajete molemos los chiles (del náhuatl “chilli”) para todo tipo de salsas, como la que usamos para los chilaquiles, nombre cuyo origen tiene dos versiones: “chilli” + “aquilli” (dentro de, metido en), o “chili” + “atl” (agua) + “quilitl” (quelite).

No podemos pensar en un molcajete sin guacamole, que viene de “ahuacamulli”, uno de cuyos vocablos “ahuácatl”, literalmente significa ‘testículo’ y designa al fruto del que está hecho. El molcajete también se utiliza para preparar la masa de los tamales, cuyo nombre original “tamalli” apenas ha variado para designar a este platillo de maíz cocido que solemos acompañar con atole o “atolli”, que se deriva de “atl”.

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En Hidalgo es muy común la carne de mixiote, palabra que viene de “mexíotl”, nombre de la ‘piel’ de la penca de maguey con la que anteriormente se envolvía este guisado hecho de carnero o de otros animales como el puerco, que en México también llamamos cochino ¿Sabes por qué? “cochini” es el nombre que los antiguos mexicanos dieron al animal traído por los españoles, y significa ‘dormilón’. De aquí que en muchos lugares del norte de nuestro país, un “cochi” sea un ‘flojo’.

Tampoco podemos olvidar al favorito de chicos y grandes: sólido, líquido o cremoso, el chocolate es un manjar cuyo nombre original es “xocoatl” (agua amarga). Y al final, después de la comida, un chicle nos ayudará con el mal aliento. Su nombre proviene de “tzictli”, y en el México prehispánico era la goma extraída del chicozapote para limpiar los dientes.

 

“Pa’ todo mal, mezcal”

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‘Mezcal’ proviene de “mexcalli”, que a su vez se compone de los vocablos “metl” (maguey) e “ixca” (cocer, hornear). Otra bebida consentida es el Pulque, cuyo nombre sí cambió radicalmente: originalmente “iztac-octli” (licor blanco), o “neuctli” (miel), tras la llegada de los españoles se nombró “puliuhqui” (licor descompuesto). Pero la bebida predilecta para muchos mexicanos es el Tequila, cuyo nombre es prestado: nació de la región en Jalisco donde se localiza el pueblo homónimo, y significa ‘lugar de los tributos’, de “téquitl” (trabajo o tributo) y el locativo “tlan”.

¡Ah! Y por lo que más quieras, no pidas popote: su nombre en México proviene de “pópotl” (escoba o paja hueca), pero lamentablemente su producción desmedida ha causado daños irreparables en el medio ambiente.

 

En la casa

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En la lengua del barrio, tu casa es tu ‘chante’, palabra que proviene de “chantli”, otra forma de referirse a nuestro hogar. Cuando limpiamos, comúnmente ocupamos guantes de hule, o de “ulli”, como se llamaba antes el material elástico extraído de ciertos árboles. Para lavar la ropa, el patio, el auto, etc., por lo general ocupamos una jícara, del náhuatl “xicalli”, que era como se llamaba a éstos recipientes; y para sujetar o amarrar diversos objetos y hasta para secar la ropa, usamos un mecate o “mécatl” (cuerda, lazo).

En ocasiones, para bañarte utilizas un zacate, “zácatl”, nombre genérico del pasto y la hierba (particularmente seca); pero si son los trastes los que lavas, debes asegurarte de que no huelan a ‘choquiaque’, curiosa palabra que proviene de “xoquihyac” (olor fétido, desagradable).

Cuando reparas algo en tu casa o en tu automóvil, se dice que haces una ‘talacha’, palabra que proviene tanto del náhuatl como del español: “tlalhacha”, de “tlalli” (tierra) más “hacha”, era un instrumento agrícola muy usado para cavar las zanjas.

 

En algunos sitios

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Casi todos hemos visitado alguna vez un ‘tianguis’, mercado sobre ruedas cuyo nombre deriva del náhuatl “tiyanquiztli”, que al igual que hoy, era el sitio para vender, comprar e intercambiar mercancías de todo tipo al aire libre. Si buscamos material de construcción, artículos eléctricos, pintura, entre otros, debemos ir a una tlapalería. Ésta palabra proviene de “tlapalli” (tinte, pintura).

 

Para las personas

A quienes laboran como ayudantes en cualquier establecimiento se les suele llamar ‘achichincles’, pero en realidad esta palabra se usaba para designar a quienes extraían el agua subterránea de las minas, y proviene de “atl” y “chichinqui” (el que succiona).

A las personas con el mismo nombre se les llama, ‘tocayos’ palabra náhuatl que viene de “notocayo” traducido como ‘mi nombre’ (“tocaitl” = nombre); tu amigo también es tu ‘cuate’, palabra que también designa a los mellizos o gemelos. Sin embargo, la palabra ‘cuate’ tiene un origen algo confuso, pues proviene de “cóatl”, que a la vez es ‘mellizo’ y ‘serpiente’.

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Los niños son quizá quienes más nombres de origen náhuatl reciben: escuincle (de “itzcuintli”, perro), chamaco (de “chamahuac”, creciendo), pipiolo (de “pípilo”, polluelo) y chilpayate (de “tzípitl”, niño que reclama la atención de su madre, y “ayatl” el ayate o manta de maguey con la que en ocasiones envolvían a los niños pequeños).

De “tzípitl” también proviene ‘chípil’, palabra con la que nos referirnos al estado de ánimo de una persona que necesita cariño. Una forma de mimar a una persona ‘chípil’ es ‘apapachándola’, y ‘apapachar’ es una palabra polémica: se dice que significa ‘abrazar’ o ‘acariciar con el alma’, lo cual es incorrecto, ya que proviene de “apapachoa” (reduplicación de “pachoa”, aplastar, apretar). Del mismo vocablo proviene ‘apachurrar’.

 

En el cuerpo

Cuando un golpe se inflama, se dice que te salió un ‘chipote’. Ésta palabra proviene de “xixipóchtic” (hinchado) y se utiliza sobre todo cuando el golpe está en la cabeza, a la que también le decimos ‘choya’, palabra compuesta por “tzontli” (cabello) y “yan” (lugar de). El pecho de las mujeres comúnmente recibe el nombre de ‘chichi’, que es el diminutivo de “chichihualli”, literalmente ‘seno’.