Hay historias sorprendentes que no se escriben, solo se cuentan de generación en generación. Los protagonistas de dichas historias suelen ser criaturas que causan terror, seres de los que se conoce poco, pero de los que se cuenta mucho.
Si pensabas que los payasos, las brujas o los zombis eran las criaturas más terroríficas de las que te podían platicar, no has conocido a los monstruos, bestias y demonios que rondaban en México en la era prehispánica.
Antes de que los españoles llegaran a tierra mexicana existían criaturas que llenaban de terror a las grandes civilizaciones de nuestra tierra. Mayas, aztecas y toltecas hablaban de seres con formas de animales cuyo principal objetivo era acabar con las personas, muchas veces, de las formas más salvajes que alguien pudiera imaginarse.
Viajemos en el tiempo y conozcamos al AHUIZOTL, una criatura que acechaba en ríos y lagos. ¡Te sorprenderá saber la forma que tenía!
El Ahuizotl era una criatura legendaria de la mitología azteca. La descripción que se conoce fue hecha por los informantes de Fray Bernardino de Sahagún…
“es tamaño como un perrillo, tiene el pelo muy lezne y pequeño, tiene las orejitas pequeñas y puntiagudas, tiene en cuerpo negro y muy liso, tiene la cola larga y en el cabo de la cola una como mano de persona; tiene pies y manos, y las manos y pies como de mona; habita este animal en los profundos manantiales de las aguas.”
Contaban que con su larga cola, rematada con una mano, atrapaba a aquellos que se acercaban a charcas y ríos donde habitaba. Sus presas eran ahogadas.
Se cree que el ataque de este ser estaba al servicio de las divinidades de la lluvia. Lo que supone que los dioses habían elegido antes a la víctima para que su alma fuera transportada al paraíso.
Los cuerpos de las víctimas aparecían tres días después sin ojos, uñas ni dientes, mismos que habían sido arrancados por la criatura en una caverna subacuática. Los únicos que podían tocar el cadáver eran los sacerdotes debido al interés de los dioses en el alma de esa persona.
La criatura atraía a las personas con un sonido que se asemeja mucho al llanto de un bebé o bien, causaba remolinos que expulsaban fuera del agua a peces y ranas, por lo que sus principales víctimas resultaban ser pescadores.
Teorías de historiadores sugieren que pudo tratarse de un animal extinto del Lago de Texcoco y emparentado con las nutrias.
Dato curioso: La serie de televisión estadounidense My Little Pony lo representó como un temible villano.