La época de oro del cine mexicano vio nacer a muchos intérpretes que trabajaron frente a la cámara toda su vida, tal como hizo Lilia Prado
Conocida popularmente como la Marylin Monroe mexicana; Lilia Prado fue una de las más famosas actrices de la época del cine de oro mexicano. Trabajó con personalidades como Pedro Infante, Luis Buñuel, Miroslava Stern, Pedro Armendáriz, y Silvia Pinal; sumando alrededor de cien películas.
Leticia Lilia Amezcua Prado nació en Michoacán en 1928. Tuvo ocho hermanos; y al igual que le sucedió al famoso escritor Juan Rulfo, Lilia y su familia tuvieron que mudarse huyendo de la Guerra Cristera. Se sabe que siempre le interesó el mundo de la actuación; y pensó igualmente en ser bailarina. Ingresó a la industria cinematográfica en la década de los 40; tras haber sido la ganadora de un concurso de belleza que le abrió las puertas.
Al principio figuró como extra en diversos filmes. Después, coprotagonizó Confidencias de un ruletero con Resortes en 1949. Su fama, su belleza y su voz, finalmente terminaron por atraer no solo a la dupla más exitosa del cine mexicano de la época; sino también a uno de los directores más reconocidos.
Inició la década de los 50 actuando al lado del ídolo de Guamúchil, Pedro Infante. Las mujeres de mi general y El Gavilán Pollero pasarían a la historia gracias a la combinación de los talentos de ambos. Además, la atracción que Prado ejercía en las masas fue motivo suficiente para que Ismael Rodríguez, el director que más trabajó con Infante y que formaba con él el equipo más conocido de la época, no la perdiese de vista.
Sin embargo, Rodríguez no sería el único. Después del éxito de la actriz bajo su dirección; otro director la buscaría para trabajar con ella.
Por supuesto, estamos hablando de Luis Buñuel. De hecho, la primera película donde trabajaron, Subida al cielo, los llevó al Festival de Cannes de 1952, donde ganó como mejor película de vanguardia. Además, el encanto de Prado a través de la visión de Buñuel, le traería a este largometraje 16 premios más.
Por supuesto, Lilia Prado obtuvo otros premios. Entre ellos, una Diosa de plata a Mejor actriz de cuadro en 1973; y un Ariel de oro en 1999 por su trayectoria.
Tras haber participado en innumerables películas, obras de teatro y siete telenovelas; Prado falleció el 22 de mayo del 2006. Fue sepultada en el Panteón Jardín junto a su madre, tal como lo deseó en vida.