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La niña del ángel, leyenda popular veracruzana #AyNanita

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Veracruz fue la primera ciudad fundada por los colonizadores europeos en la América continental. La historia de este estado es tan rica como sus paisajes, cultura y gastronomía. Asimismo, es un lugar que tiene muchas leyendas que contar en sus múltiples rincones. Y una de las más conocidas de Orizaba es la de la niña del ángel.

Esta leyenda se remonta a inicios del siglo XX y tiene como escenario al panteón Juan de la Cruz. Cuenta la historia de una niña llamada Ana María, cuya muerte y apariciones son parte del imaginario colectivo de Orizaba.

la niña del ángel
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La leyenda la niña del ángel

Corría el año de 1908 cuando el panteón Juan de la Cruz de Orizaba recibió los restos de una niña de dos años que se había quemado. Ana María viajó junto con sus padres desde la Ciudad de México para acudir a una fiesta familiar. Lamentablemente una vela cayó sobre su vestido y las llamas la consumieron.

Ante la imposibilidad de poder trasladar a la niña a la Ciudad de México, los padres optaron por enterrarla en Veracruz. Para la tumba decidieron hacer una estatua de Ana María junto a un ángel guardián que la acompañara. La niña fue enterrada y con el tiempo la tumba se ha hecho popular entre los habitantes de Orizaba.

Son muchas las historias que han pasado de generación en generación sobre la tumba de Ana María. De acuerdo con algunas versiones, el espíritu de “Anita” ha habitado el panteón por más de 100 años. Se cuenta que los ojos de la estatua cobran vida y siguen a los visitantes del panteón a cualquier parte a la que vayan.

Los vigilantes han narrado por años los encuentros que han tenido con el fantasma de “Anita”. El que, aseguran, vaga por las tumbas buscando a sus padres en compañía de una silueta alada.

También se cuenta que Ana María disfruta de hacer travesuras. Como robarse las flores de otras tumbas para llevarlas a la suya, donde nunca ha faltado una flor desde el día de su muerte. Se cree también que “Anita” cumple deseos a los niños. Pero esos sí, si los cumple estos tienen que volver con un juguete.

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