Los dioses aseguraron que quien lastimase a un colibrí recibiría un enorme castigo
Tanto para los mayas como los mexicas; el colibrí era una creatura de gran significado. Debido a su tamaño y su inusual color; se sabe que lo tenían bajo concepto de un animal preferido por los dioses. Su función, según la leyenda, es muy especial:
Era sabido que los dioses fueron quienes crearon a todos los seres vivientes. Y no solo eso; sino que, además, le otorgaron a cada uno una función especial para que el mundo funcionara. Así, mientras hubo maíz y barro, hubo creaturas nuevas.
Una vez que terminaron, uno de ellos preguntó cómo viajarían los deseos y los mensajes de los dioses por la tierra. Pero era demasiado tarde, porque ya no había maíz.
Sin embargo, uno de ellos divisó una piedra de jade cerca de donde se encontraban. Era pequeña, pero la tomó, la talló y le dio la forma de una punta de flecha.
Entendiendo su idea, los demás soplaron sobre ella para infundirle vida. Debido a que fue creado con jade y no con barro ni maíz, sus plumas brillaban; y albergaban los colores más bellos, como las piedras preciosas.
Sin embargo, cuando los humanos lo vieron de inmediato intentaron cazarlo para obtener sus plumas y utilizarlas como adornos u objetos preciosos. Los dioses, furiosos; respondieron advirtiéndoles que quien osara cazar o atrapar a un colibrí, moriría. Además, les otorgaron la capacidad de volar mucho más rápido; para que así ningún hombre pudiera atraparlos.
Desde entonces, estas pequeñas aves se dedicaron a ser portadores de los mensajes entre los dioses. También se dice que ayudan a las personas que se encuentran en el Mictlán a comunicarse con sus seres queridos en la tierra. Por eso, si un colibrí te visita, según la leyenda, significa que un ser amado tuyo te envía su cariño desde el más allá.
Aunque existen muchas otras leyendas prehispánicas sobre el origen de la existencia, o sobre las almas; la del colibrí es una de las favoritas de los mexicanos. ¿La conocías?