Su origen, significado y algo más.
La danza de los viejitos es uno de los bailes más representativos de la cultura michoacana.
Son totalmente reconocidos por su característica danza y vestimenta.
Esta danza viene de los purépechas, y su tradición data desde tiempos prehispánicos.
Los hombres ancianos bailaban con sus bastones como ritual cada cambio de estación del año.
Cada equinoccio y solsticio, los viejitos realizaban una ofrenda en honor al dios del sol o a Tata Jurhiata, dios viejo.
Cuatro son los danzantes que bailaban conforme a la estación que representaban.
El más joven danzaba con más energía, pues representaba la estación entrante, mientras que los demás lo hacían con más dificultad.
Sin embargo, con la llegada de la conquista española, el significado de la danza cambió.
Esto debido a que el querer obtener todas las riquezas de los purépechas, los ancianos eran torturados para confesar.
Fue entonces que la danza de los viejitos se convirtió en una representación simbólica de aquella tortura de los españoles hacia los chamanes purépechas.
Por otra parte, existen muchas variantes de la danza, sin embargo, la más conocida y representativa es la de Jarácuraro.
La popularidad de la danza se da por el toque humorístico que tiene.
Los danzantes escenifican los achaques de la vejez a través de caídas y caminados encorvados.
Dentro de esta danza, no todo es vejez, pues también se representa la juventud con el característico zapateado que realizan al ritmo de la música.
La mayoría de las veces son acompañados por músicos con violines y guitarras, dándole un toque folklórico.
Actualmente la danza de los viejitos es reconocida internacionalmente por su expresividad escénica que se llena de color y simbolismo.
Existen muchas compañías dedicadas al ballet folklórico, que han llevado esta puesta en escena a través del mundo.