Gracias a su talento, la bailarina Kenya Díaz pudo clasificar para competir en Londres. Pero no a cualquier competencia, sino en la Margot Fonteyn International Ballet Competition, a la que muy pocos mexicanos han llegado.
A la competencia llegarán jóvenes de aproximadamente 50 países y durará 10 días. Durante el certamen, los bailarines seleccionados tendrán clases con reconocidos coreógrafos. Lo mejor es que, al final, las más prestigiosas compañías de ballet del mundo podrían reclutar a quienes resulten ganadores.
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Kenya y su pasión por el ballet
Kenya Cassandra Díaz Martínez estudia en la Universidad del Valle de México (UVM) Campus Lomas Verdes. Desde los dos años comenzó a bailar y descubrió que su pasión era el ballet.

Hoy su dedicación es tal, que pasa alrededor de seis horas entrenando cada día, también fines de semana. Eso sí continúa sus estudios y cumple con sus tareas.
En diciembre pasado, la joven bailarina presentó el examen Advanced 2 de la Royal Academy of Dance de Londres. Esta Academia cumple 100 años. Y sus exámenes califican: la expresión, la técnica, los giros, las variaciones y las colocaciones, los saltos, la musicalidad y la dinámica.
Pero también se evalúa el conocimiento que tiene el bailarín sobre su cuerpo y los pasos.
A pesar de la exigencia de las pruebas, Kenya logró acreditarlas con una puntuación de Distinción (Distinction). Y, al ser menor de edad, ganó la oprtunidad de llegar a la competencia. Así lo informó un comunicado de la UVM.
En camino a Londres
Ahora debe estar concentrada porque a partir del 27 de agosto, tiene que presentarse en Londres para sus clases intensivas. Después de un primer periodo, se llevarán a cabo tres días de semifinales y finales en el Royal Opera House. Esto ocurrirá en septiembre próximo y cada participante deberá presentar una pieza de ballet clásico y una de neoclásico.
Esta joven bailarina mexicana tiene la determinación de llegar a la final de la competencia. Y nosotros le deseamos mucho éxito porque seguramente su talento en el ballet la llevará todavía más lejos.
FOTO PRINCIPAL: ROYAL OPERA HOUSE