Rápido y delicioso.
Sabemos que lo que más flojera nos da de cocinar postres, es prender el horno para después cocinarlos ahí.
Y es que, la mayoría de tartas, panes o pasteles, necesitan indispensablemente la cocción en horno.
Es por eso, que hoy queremos darte una versión deliciosa y rápida de un pastel de queso con fresas.
Lo peculiar, es que te quedará casi igual que si utilizaras tu horno, pero ahorrarás mucho tiempo y gas.
Pastel de queso y fresas sin horno
Ingredientes:
- 1 paquete de galletas de vainilla tipo María
- 100 gramos de mantequilla derretida
- 500 gramos de queso crema
- 1 lata de leche condensada
- 1/2 taza de jugo de limón
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza de fresas picadas
Preparación:
- Tritura las galletas en un procesador de alimentos hasta que queden en migajas finas.
- En un tazón, mezcla las migajas de galleta con la mantequilla derretida hasta que quede una mezcla homogénea.
- Coloca la mezcla de galletas en el fondo de un molde para pastel y presiona con una cuchara para que quede compacta. Refrigera por 30 minutos.
- En un tazón grande, mezcla el queso crema, la leche condensada, el jugo de limón y el extracto de vainilla con una batidora eléctrica hasta que quede una mezcla suave y homogénea.
- Agrega las fresas picadas a la mezcla de queso y revuelve suavemente con una cuchara.
- Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta refrigerada y alisa la superficie con una espátula.
- Refrigera el pastel por al menos 4 horas, o hasta que esté firme.
- Decora con fresas frescas antes de servir.
¡Listo! Ya tienes un delicioso pastel sin horno para disfrutar en cualquier ocasión