Sin duda el tequila es una de las bebidas más consumidas en nuestro país. Su sabor está presente en todos lados. Desde los grandes acontecimientos, hasta en las reuniones más pequeñas. Pero, ¿sabes cómo tomarlo? ¿Estás seguro? Si tu respuesta fue sí. Aquí te dejamos una guía para que compares tu modo de tomar esta bebida, con el uso real que tiene disfrutar este delicioso destilado mexicano.
“Tequila: Primero con agua, después sin agua y al último, ¡como agua!”
Dicho popular mexicano
No te precipites
Si bien “echarse un caballito” es una de las formas más típicas para celebrar algo. El alto grado de densidad alcohólica que contiene, lo vuelven una de las bebidas que están diseñadas para tomarse a besitos. Es decir, poco a poquito. Pues si bien el cine mexicano nos enseñó que tomar mucho tequila es símbolo de hombría, a la larga puede traer repercusiones graves. La manera ideal de consumirse es solo y funciona muy bien como aperitivo y digestivo.
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Conoce un “buen” tequila
Cuando se trata de un tequila 100% puro, al tomarlo su jugo no raspa la garganta ni provoca resacas. Tampoco sabe a alcohol, sino más bien a vapor de agave cocido. Para encontrar estas características fíjate en la etiqueta. Pues tiene que decir: 100% agave azul tequilana weber.
Experimenta y encuentra tu propia forma de consumirlo
Existen muchos expertos en el tema, hay quienes lo toma frío, a temperatura ambiente y hasta caliente. Y claro, ninguno está equivocado, pues han encontrado su propia forma de disfrutarlo. Seguro alguien que conoces prefiere mezclarlo con algún refresco (en paloma o charro negro) en margarita o bien, en cócteles exóticos. Pero si estás confundido, prueba algo neutro, un tequila joven en las rocas con limón o naranja.
Punto guía, ¿y la sal?
Pues bueno, sabemos que, por tradición, un tequila sin limón y sal es como un caldito sin tortillas. Y es que la sal, es un potenciador de sabor y el limón un ácido que arrasa con cualquier sabor que afecte tu lengua. Sin embargo, un tequila no los necesita, pero si a ti te gusta ¿por qué no te a través a integrarlo con la misma bebida?
Evita los malos ratos
Si lo que quieres es minimizar de tu vida esas tremendas crudas que te dan después de ingerir considerables cantidades de tequila. Evita mezclarlo con cualquier bebida energética, jugos de frutas artificiales, fuego y jueguitos tipo: “Yo nunca nunca” “Queremos saber si fulanito es amigo” o el famoso “shot shot shot”.
El tequila cura el alma no el cuerpo
Por ahí dicen que el tequila calma algunas enfermedades como la gripa, pero déjanos decirte que esto no es cierto. Ni mata las bacterias, ni te abre la garganta y por supuesto, no potencia los efectos de los medicamentos. Así que si andas enfermo, evita a toda costa tratar de calmar tus dolencias virales con su delicioso sabor.
¡Ahora sí, con la guía ya estás listo para tomar tequila como Dios manda!