Dicen que los chilangos hablamos cantadito, con frases que sólo entre nosotros entendemos y hasta burla nos hacen por pedir las quesadilas con queso… pero lo que no se han dado cuenta es que también los jaliscienses tienen expresiones que solamente ellos entienden y que definitivamente necesitaríamos un diccionario para saber de lo que hablan cuando los visitamos. Y eso sí, ellos también hablan cantadito…
¡Me pico un asquilín!
Yo no sabía que existía diferencia alguna pero he aprendido de los tapatíos que xiste una gran diferencia entre una hormiga y un asquilín… los asquilines pican bien fuerte.
Ocupo cien lonches para la fiesta de mañana.
Chilangos, ¿saben lo que son los lonches? Obviamente es uno de los platillos más ricos del estado, ya sea de pierna o de carnitas… Pero la magia y su toque radican en el birote, el pan “bolillo” hecho en Guadalajara.
Ámola al bule, ¿o qué?… ¡Arre, ámole!
Traducción literal: Vámonos de antro, ¿te parece?… ¡Sí, hagámoslo! Ok, no terminé de entender su abreviación pero eso hacen cuando dicen esa frase…
¡Que sí! Sabeee…
Aunque lo había escuchado más en la región de Aguascalientes, en Guadalajara también lo utilizan y “Sabe” no es más que nuestra forma de simplificar un “ya te lo dije un montón de veces veces”. La mejor forma de decirlo es saaaaabe.
¡Ira nomás que ñengo estás!
No falta cada que uno de los suyos vuelve de la capital y por falta de tiempo y mucho trabajo regresa más delgado porque no hace de comer e ingiere cualquier cosa, por lo que es típico decirles que están muy ñengo en lugar de muy flaco.
¡Ármate la pachocha para irnos de viaje!
Todos amamos viajar y cuando en Guadalajara quieren armar un plan para viajar, se arma la pachocha para echar a andar un plan.
Como que hace bien mucho calor hoy, ¿no?
Ellos van más allá, no sólo utilizan la medida mucho sino bien mucho para enfatizar que es demasiado.
¿Edá que mi amámi dijo que si me portaba bien me iba a comprar algo?
No, esto no es ningún dialecto de la región mezclado con español. Edá, ei, ira y otras tantas palabras son simples víctimas de nuestro afán por comernos la mitad de las letras cuando hablamos.
¡Nomás no me ajusta!
Si las cosas se vuelven complejas ya sea en el dinero o en la ropa, será muy usual escuchar que no les ajusta… no les queda o no les alcanza.
Ya deja de estar gusgueando ¡te vas a poner bien panzón!
Y es que con tanta comida deliciosa y típicamente tapatía es imposible dejar de gusguear, o sea, comer entre comidas. Totalmente entendible.
¿Has escuchado alguna otra frase de tus amigos tapatíos?