Por Martha Cruz Rodríguez
De no adoptar medidas que atiendan los problemas ecológicos que actualmente vive Xochimilco, como el crecimiento de la mancha urbana o las descargas del drenaje domiciliario a los canales, es probable que esta zona se pierda para el año 2050.
“De no hacer esto, Xochimilco se puede perder, ya ha habido grandes avisos y grandes amenazas de que Xochimilco lo estamos perdiendo”, advirtió el investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Luis Zambrano González.
Situado a 28 kilómetros del Centro Histórico de la Ciudad de México, Xochimilco es un lugar de alta importancia ecológica y cultural, donde se concentran más de 140 especies de aves acuáticas, ajolotes, acociles, charales, además de las chinampas, que ofrecen captura de carbono.
Zambrano González alertó que el crecimiento urbano, grandes obras, descarga del drenaje domiciliario a los canales, mal funcionamiento de la planta de tratamiento del Cerro de la Estrella y especies como la carpa y la tilapia, son algunos factores que han afectado la zona.
Sin embargo, afirmó que esta zona declarada Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta en 1987, aún puede ser sustentable y es importante que se vea como un espacio que ha producido alimentos por más de dos mil años, ha generado cultura y requiere atención.
Señaló que la extracción de agua en los últimos 50 años ha provocado que el nivel del acuífero se reduzca y el líquido se pierda por hoyos o grietas, ya que la arcilla se seca y se forman socavones, como el registrado el pasado 24 de enero, de más de tres metros y que propició que disminuyera el nivel de agua del canal de Zacapa.
Por ello, dijo, se debe encontrar una solución en lo inmediato, pero también atender la situación a largo plazo y continuar con la introducción del agua tratada de la planta del Cerro de la Estrella, en el oriente de la capital.
En este sentido, el experto de la UNAM explicó que se deben evitar los grandes proyectos de construcción y urbanización en zonas de infiltración, a fin de contar con zonas verdes de captación de agua y seguir alimentando al acuífero para tener un balance hídrico.
Al referirse a la plaga de carpa y tilapia en los canales, dijo que fueron incorporadas en 1980 y son depredadores de los acociles y ajolotes; erosionan el fondo de los canales; y dañan las chinampas ya que escarban en las orillas de estas para poner sus huevos, ocasionando la pérdida de terreno y de diversidad de plantas.
Abundó que para combatir estas especies, en conjunto con 30 pescadores y la Delegación Xochimilco han puesto en marcha un elemento denominado “calcetín”, hacia el cual acarrean a los peces para capturarlos, logrando obtener hasta dos toneladas y la meta es retirar de 50 a 100 toneladas al año.
Asimismo, se trabaja en la creación de refugios para ajolotes, donde con la ayuda de una esclusa evitan el paso de tilapias y carpas y se mejora la calidad del agua que se filtra, además de que se fomenta el policultivo de plantas que comercializan los domingos.
La sustentabilidad de los canales de Xochimilco es posible con el retorno a la producción chinampera y agrícola sin agroquímicos, fertilizantes y pesticidas para el cultivo de plantas, y crecimiento de especies nativas, resaltó Zambrano González.
Por su parte, el productor chinampero, Pedro Méndez Rosas, destacó que los diferentes sectores deben poner de su parte para cuidar Xochimilco con acciones como la clausura de descargas domiciliarias de aguas negras y no tirar basura a los canales, “es difícil pero es importante, es como tener un bien preciado, un tesoro”.
Precisó que el concepto de chinampa –un terreno de poca extensión sobre los canales- no es sólo sembrar flores y verduras, sino cuidar los árboles, peces, aves, tlacuaches, comadrejas, y ardillas.
En tanto, el Coordinador General de la Autoridad de la Zona Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, Erasto Ensástiga Santiago, coincidió en que se requieren medidas que permitan mejorar la calidad del agua de los canales y frenar la mancha urbana.
El funcionario del Gobierno de la Ciudad de México resaltó la importancia de combatir la presencia de la tilapia y la carpa en los canales de Xochimilco para que regresen los ajolotes.
Adelantó que trabajan con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) México, en un Plan Integral de Manejo para la Zona Patrimonio que deberá estar listo este año y establecerá todas las consideraciones necesarias para la preservación de este espacio.
En tanto, el presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático de la Asamblea capitalina, Xavier López Adame, consideró que se ha fallado en materia legislativa y en ejercer las facultades que tienen las dependencias del Gobierno central, en la atención de las chinampas y canales.
Añadió que la Asamblea no ha dotado de recursos adicionales y etiquetados para programas de rescate y por el contrario, el financiamiento para la protección del medio ambiente se ha reducido, por lo que es necesario exhortar al gobierno capitalino a incrementar los recursos.
La zona ha perdido entre 20 y 25 por ciento del territorio que tenía hace 30 años, debido a la construcción de viviendas que corren riesgos en materia de protección civil, pues se inundan cuando crece el caudal; por lo que se requiere trabajar en un plan a 10 años para poder rescatar esta zona, aseveró López Adame.
De acuerdo a datos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), en 2010 se tenían identificados 314 asentamientos en zona de conservación, en una superficie de 625.78 hectáreas; en tanto que en 2005, las cifras eran de 300 asentamientos en 566 hectáreas
El titular de la PAOT, Miguel Ángel Cancino, explicó que esta permite la recarga de acuíferos, biodiversidad, conservación del habitad y es el inicio de corredores biológicos, por lo que se trabaja para atender denuncias por invasión de suelo de conservación.
Sostuvo que de acuerdo con los estudios, los procesos de invasión masiva en esta área se han frenado, y sólo se registra el desdoblamiento de vivienda pero en los mismos espacios ocupados.
En su oportunidad, el Jefe Delegacional de Xochimilco, Avelino Méndez Rangel, abundó que se tienen identificados alrededor de 150 mil personas en diferentes asentamientos irregulares en la zona lacustre, como la comunidad de Xicalhuacán donde habitan cinco mil personas que cuentan con servicios.
Asimismo, la Delegación prevé destinar este año los recursos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2016 y 2017 que le otorgan por tener la declaratoria, para la consolidación de taludes en zona chinampera, reforestación con ahuejote, y retiro de carpa y tilapia con la Universidad de Chapingo.
Al respecto, Antonio Méndez, quien también trabaja en la chinampa, comentó que en estos espacios de tierra se siembran flores como claveles, aleli, brissias y verduras como lechuga, jitomate, coliflor, betabel, brócoli, espinaca, acelgas, entre otros y en ocasiones llegan aves silvestres a poner sus huevos, conejos, garzas grises y patos a quienes les dan su espacio.
Xochimilco a través del tiempo
Procedente de Chicomoxtoc, la tribu de los xochimilcas fue la primera de las siete tribus nahuatlacas en llegar al valle del Anáhuac, se asentaron en Cuahuilama, cerro sagrado ubicado en el pueblo de Santa Cruz Acalpixca.
Los Xochimilcas establecieron su ciudad en el siglo X y extendieron su dominio hacia zonas aledañas como Tlayacapan, Xumiltepec, Chinameca, Mixquic, Tláhuac, Tepoztlán y Hueyapan, donde ejercieron poder político y económico.
En 1352, la ciudad sagrada es trasladada al islote de Tlilan, lugar donde hoy se ubica el templo de San Bernardino de Siena. La ciudad se dividió en 14 calpullis (Barrios) que eran habitados según el oficio de sus habitantes.
Durante el reinado de Moctezuma Ilhuicamina, los xochimilcas contribuyeron con materiales y mano de obra para la construcción del templo dedicado a Huitzilopochtli, y en tiempo de Ahuizotl, con mano de obra para el acueducto que iba de Coyoacán a México.
Hernán Cortés, siguiendo su plan de conquistar primero las poblaciones aledañas a Tenochtitlán, entró a Xochimilco con su ejército el 16 de abril de 1521.
Ya en pleno sitio de Tenochtitlán, Cortés ordenaba un ataque rápido y sorpresivo. El propio Cuauhtémoc fue hasta Xochimilco a conseguir hombres y canoas para la defensa de Tenochtitlán y como recuerdo de su presencia planto un árbol de sabino, el cual aún se conserva en el actual barrio de San Juan.
Años más tarde Xochimilco se convirtió en bastión de alimentación hacia la capital, y otras poblaciones rivereñas; en el siglo XVII ingresaban más de mil canoas diariamente.
Durante el movimiento insurgente de independencia; Xochimilco también participó con su contingente dentro del grupo suriano hacia 1815 después del fusilamiento del general José María Morelos y Pavón.
Durante el porfiriato se construyó el acueducto que entubó los manantiales de Xochimilco para abastecer de agua a la ciudad de México que carecía del suministro suficiente.
Hacia 1934, el decreto de protección de monumentos declaró a Xochimilco como zona típica y pintoresca. En 1966 se construye la pista de Remo y Canotaje “Virgilio Uribe”, paralela al canal de Cuemanco, para los juegos Olímpicos de México 1968.
El 11 de diciembre de 1987, Xochimilco fue declarado “Patrimonio Cultural de la Humanidad” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (Unesco).