Al ser el árbol nacional de nuestro país; no es sorpresa que exista tal cantidad de historias sobre ahuehuetes históricos, tal como El Pino, en Valle de Bravo
Considerado unos de los puntos de interés turístico más importantes de Valle de Bravo; El Pino es un testigo inmóvil de la historia mexicana. Rodeado de pruebas de los eventos que ha presenciado, permanece en este lugar, recibiendo las visitas de los miles de curiosos e interesados en la historia que quieren observarlo.
Según se cuenta en la región; bajo este árbol se celebró la primera misa católica; en septiembre de 1530. De ser verdad este hecho; podemos dar por sentado que para entonces, el ahuehuete tenía ya un tamaño considerable, lo suficiente como para dar algo de sombra. Por lo tanto, El Pino tendría ya alrededor de 700 años de antigüedad.
Además de la placa que hace constar la fecha de la primera misa; a su alrededor se encuentran otros objetos. El más llamativo es un poema de Joaquín Arcadio Pagaza tallado en cantera, aunque también se hallan algunos objetos de la época prehispánica y colonial.
Este árbol mide alrededor de 25 metros de altura; y se ha calculado que crece cerca de 2.5 centímetros por año. Aunque no se sabe con certeza la razón de que se le llame pino; se cree que se debe a la posible falta de un nombre para él cuando llegaron los conquistadores. Otra teoría establece que es por la altura; aunque ninguna de estas se ha corroborado como la versión oficial.
Si te interesa más conocer acerca de ahuehuetes famosos en nuestro país; te invitamos a leer sobre el Árbol de la noche triste o el Sabino gordo, que se encuentra a mitad de una avenida.