Cuenta la historia que el chile en nogada se inventó para celebrar la Consumación de la Independencia, el 21 de septiembre de 1821
La gastronomía de nuestro país se compone de mucho más que sabores. La comida mexicana no está completa si no se prepara con colores, historias y tradiciones. Aunque algunas de ellas son muy conocidas, como el pan de muerto, de otras no conocemos bien el origen. Por ello, hoy te hablaremos del chile en nogada, a 200 años de su creación.
Es bien sabido que la Guerra de Independencia inició con el Grito de Dolores en 1810. Después de aquélla noche, tuvieron que pasar once largos años para poder darle fin. Por supuesto, las batallas conllevan pérdidas, pero el que la guerra hubiera acabado era motivo de celebración.
La historia del chile en nogada
En ese momento, las personas buscaron el modo de festejar con lo que tenían, echando mano de su creatividad. En concreto, un grupo de monjas del Convento de Santa Mónica, en Puebla, quisieron preparar un platillo a la altura de tal ocasión.
Existen versiones diferentes de este suceso. Hay quienes aseguran que se preparó para Agustín de Iturbide, y otros afirman que no tenían ni idea de su paradero. Lo que es un hecho es que las monjas buscaron crear un plato elegante y digno de la celebración. Sin embargo, debido a la escasez que dejaron esos once años, tuvieron que utilizar los ingredientes a su alcance: chile, nuez y granada.
Ya sea por coincidencia o a propósito, estos tres ingredientes son de colores muy similares a los de la bandera del Ejército Trigarante. Así, el chile en nogada se convirtió en un elemento tradicional de la celebración de la Independencia. Desde entonces, cada mes de septiembre esperamos con ansias poder probarlo.