¿Quieres nadar en agua cristalina, disfrutar de un entorno pacífico y lleno de árboles? Lánzate a El Aguacate y descubre uno de los paisajes más hermosos, solitarios y poco conocidos de Puebla: Las cascadas de San Agustín Ahuehuetla.
Te recomendamos: “Grutas de Xoxafi, lugar otomí y destino de aventura en Hidalgo”
Puebla de las bellas cascadas
Muy cerca del poblado El Aguacate, en el estado de Puebla, se encuentra este paraíso escondido. Para llegar a él debes dejar tu coche y caminar cerca de 2 kilómetros (de 40 minutos a una hora aproximadamente) bajo la sombra de los enormes ahuehuetes. Hace calor y es un trayecto largo. Pero créeme que valdrá cada paso que des. Para que no te pierdas hay personas de la comunidad que sin duda se ofrecerán para ser tus guías. Así que no te preocupes.
El cansancio se te olvidará cuando veas frente a ti la hermosísima cascada que desciende en un río de agua turquesa, limpia y cristalina. Hay varias pozas lo suficientemente profundas para nadar. O si quieres una experiencia más intensa, escala las rocas y échate un clavado desde ahí. El paisaje es bastante relajante, digamos que hasta es mejor que un spa. Pues el movimiento de las aguas es un masaje para tu cuerpo.
El Aguacate, belleza natural
Este sitio es perfecto para los que gustan del ecoturismo. Además, como es una zona donde no hay señal y no es muy conocido, no hay mucha gente. Así que podrás darte una escapadita con tu pareja, amigos o familiares todo un fin de semana y perderte un rato en la tranquilidad del lugar. Te aseguro que será una gran experiencia.
Eso sí, si vas en tiempo de lluvias ten cuidado porque el río sube mucho. No olvides llevar repelente y bloqueador. Y si vas a ir en época de frío, el agua no será muy caliente, pero, después de caminar por tanto tiempo, te caerá muy bien un chapuzón.
La aventura te espera en las mágicas cascadas de San Agustín Ahuehuetla.