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Don Juan Manuel, el espíritu que acecha en calle Uruguay #AyNanita

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Las calles de la Ciudad de México están cubiertas de historia y leyendas, una de ellas es la de Don Juan Manuel. Un alma en pena de la calle Uruguay. 

La calle República de Uruguay de la Ciudad de México es muy conocida por vender materiales para la elaboración de recuerdos, invitaciones, entre otros. Sin embargo, por las noches Don Juan Manuel se hace presente entre las calles del Centro Histórico.

DON JUAN MANUEL

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Cuenta la leyenda que Don Juan Manuel…

Todo comenzó en la calle Uruguay 94, lugar donde se ubica una casona, la cual quedó marcada por una serie de asesinatos provocados por los celos.

Cuenta la leyenda que Don Juan Manuel era un señor adinerado, respetado por todos. Además, se encontraba casado con la guapa e inteligente Doña María. Sin embargo, no todo era miel sobre hojuelas, ya que María no podía tener hijos.

Por esta razón, Manuel decidió internarse en el Convento de San Francisco para sanar su alma. Poco tiempo después, le llegó el rumor que su esposa lo había traicionado con otro hombre.

Don Juan Manuel, vuelto loco por los celos, regresó a su casa en busca de venganza. Pero al no averiguar quién lo había traicionado, decidió recurrir a la hechicería. En donde realizó un pacto con el diablo, ofreciendo su alma a cambio de descubrir quién lo había deshonrado.

Por lo que el diablo le dijo: “ A las 11 de la noche te asomarás por tu balcón, y al primer hombre que pase, tendrás que asesinarlo”.

Cada noche, Don Manuel estaba listo para matar a la primera persona que apareciera en su calle. A sus víctimas les preguntaba la hora, y cuando estos respondían, él contestaba: “Dichoso aquél que sabe la hora de su muerte”.

DONN JUAN MANUEL

Después de cada muerte, el diablo aparecía para indicarle que se había equivocado, por lo que tendría que seguir asesinando. Cegado por su maldad, Don Juan Manuel atacó a su sobrino.

A la mañana siguiente, el cuerpo le fue entregado. Tan grande fue su angustia que a los tres días Don Juan Manuel Solórzano fue encontrado colgado en la horca pública.

Se dice, que a las 11 de la noche, Don Juan Manuel continúa acechando a los hombres que se atreven pasar por calle Uruguay.