Un regalo de la naturaleza nocturna es la luz de las luciérnagas, pero ésta podría extinguirse si no hacemos algo al respecto. Desafortunadamente, varios estudios revelan que la destrucción de su hábitat, los pesticidas y la contaminación lumínica son factores que las perjudican.
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Su luz se apaga por destrucción de su hábitat
Las luciérnagas son escarabajos que brillan en humedales, pantanos, praderas, bosques y parques urbanos de todo el mundo por las noches. Hay más de dos mil especies, pero de ellas hay alguna que están en riesgo por la huella ecológica que no deja de avanzar.
De acuerdo con un estudio de BioScience, la primera amenaza para las luciérnagas es la destrucción de su hábitat. Y es que ellas requieren ciertas condiciones naturales para completar su ciclo de vida.
En segundo lugar, a las luciérnagas les afecta la contaminación lumínica. Pues dependen de la biolumininscencia para encontrar sus parejas; por lo que la luz artificial impide sus rituales de apareamiento.
Otra razón de su reducción es el uso de pesticidas. Sobre todo, las luciérnagas están expuestas durante su etapa larvaria, ya que permanecen hasta dos años viviendo bajo tierra.
Las luciérnagas mexicanas
De las 2 mil especies que existen de luciérnagas, 84 son endémicas de nuestro país. Aquí encontramos varios santuarios donde puedes disfrutar del espectáculo natural que ofrecen.
Uno de los santuarios está en Nanacamilpa, Tlaxcala. También puedes verlas en el Estado de México, en Amecameca de Juárez, pues ahí se ubica el Parque Eco Turístico Esmeralda. Otra opción en el Estado de México es el santuario del pueblo mágico de Tepotzotlán.
De igual forma, las puedes encontrar en Tlalpujahua, pueblo Mágico de Michoacán, en el Santuario ‘El Llanito’. Mientras que en Puebla está el Valle de las Luciérnagas en San Rafael Ixtapalucan.
Visitas con responsabilidad
Si quieres ir, la mejor temporada para verlas brillar es entre junio y agosto, durante la época de lluvias. Además, en cada santuario hay diferentes costos y paquetes; y en algunos te dan talleres informativos sobre su ciclo de vida.
Eso sí, cuando vayas, recuerda no sacar tu celular o lámparas y seguir las indicaciones de los guías.