Culturas prehispánicas y sus animales sagrados, ¡conócelos!

Para las antiguas culturas prehispánicas todo en este mundo tenía una razón de ser. Las plantas, los astros, el agua y todo lo que rodeaba su entorno era sagrado, íntimo, pero, sobre todo, mágico. Así pues, en los animales encontraron atributos y poderes que, con el tiempo, adoraron y aprendieron a respetar.

Si bien actualmente no concebimos de la misma manera a estos animales, muchos de ellos caminan entre nosotros y otras más, todavía guardan ese misticismo en su mirada. Por eso, el día de hoy, te presentamos algunos de los animales más emblemáticos para las culturas prehispánicas.

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Jaguar

El jaguar era uno de los símbolos más poderosos en el mundo de las culturas prehispánicas. Entre los mayas, era conocido como Balaam o Chaac y era símbolo de poder todo el territorio. De hecho, sólo las personas más importantes podían utilizar vestimenta de jaguar. Pues su pelaje representaba autoridad e importancia en la sociedad.

Según algunas leyendas, el jaguar era nada más y nada menos que el Dios del Sol. Quien se transformaba en jaguar para poder navegar en la noche por el mundo de los muertos. Su piel moteada representaba las estrellas y sus enormes ojos eran oráculos, adivinos y profetas.

Quetzal

Conocida como el ave sagrada por antonomasia, el quetzal era una de las especies más importantes a nivel espiritual en las culturas prehispánicas. Para los aztecas, esta ave representaba al Dios Quetzalcóatl, conocido por tener el cuerpo de una serpiente emplumada. En el caso de los mayas, el quetzal estaba relacionado con el Dios Kukulkán.

Su significado era múltiple, pero su rol en el mundo estaba relacionado con el cielo, la fertilidad, la abundancia y el sol, debido a sus plumas multicolor. Cabe decir que su importancia era tal, que estaba prohibido cazarla bajo pena de muerte.

Las culturas prehispánicas y la serpiente

Este animal posee una complejidad simbólica que pocas especies tienen. Para los mayas era el símbolo de la Tierra, de lo material y de la sabiduría humana. En la zona maya era llamada Can y en la zona nahua, Coatl.

Su auge como emblema cultural data de épocas muy antiguas. De acuerdo con los códices, fue en Teotihuacán que se convirtió en un símbolo de poder político. Diversos tipos de serpientes aparecen en los códices. De hecho, son parte de los atavíos de muchos dioses, entre los que destaca la falda que porta Coatlicue, madre de Huitzilopochtli.

Águila

Representativa de las más altas aspiraciones humanas en las culturas prehispánicas, el águila era el reflejo de la conquista del hombre sobre la materia y del triunfo de la vida espiritual.  Los nahuas la llamaban Cuauhtli, y jugo un rol importante en el mito de la creación. Pues cuando paso por la hoguera en la que se sacrificaron los dioses que quedaron convertidos en astros, se le quemaron parte de sus plumas y por eso son blanco con negro.

Sus plumas fueron elementos importantes en los atavíos de los personajes importantes y su aspecto sagrado quedó asentado en los códices y otras representaciones.

El perro

En las culturas prehispánicas, el perro era conocido como itzcuintli, principalmente por los nahuas. Este animal estaba directamente relacionado con la lealtad, la protección y el instinto dominante. Además, tenía el poder de navegar en el mundo de los muertos y ver más allá del mundo espiritual.

Incluso hay una historia que relatar que, al morir, el alma atravesaba un río llamado “apanohuaia”. Sin embargo, sólo podía cruzarlo si en la orilla del río lo esperaba un itzcuintli. Por eso, si esa persona había tratado mal a los perros en vida no podría cruzar y jamás alcanzaría el descanso eterno.