El barro es un material que ha estado presente en todas las culturas del mundo para elaborar distintos objetos. Y en el caso de Latinoamérica,
desde las culturas precolombinas ha sido un elemento fundamental.
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32 estados, distintos estilos
México cuenta con una gran tradición alfarera. Desde el barro rojizo hasta el negro, nuestro país se destaca por elaborar distintos objetos con este material. En cada región, se realizan piezas que responden a una tradición de siglos; por supuesto, cada una con un estilo propio.
De la gran variedad de objetos decorativos y utensilios que existen, destacan las cazuelas de barro. Todos tenemos o hemos tenido una en nuestra casa; porque, además de ser un hermoso ornamento, es un utensilio crucial en la cocina mexicana.
¡De cazuelas a cazuelotas!
Uno de los lugares más reconocidos en México por su impecable trabajo con el barro, es la ciudad de Puebla. Además de tener una de las gastronomías más famosas del mundo, este estado alberga una gran tradición alfarera.
En su producción no sólo destaca la hermosa talavera, también las cazuelas y demás utensilios culinarios que elaboran con barro. En la capital del estado, existe una unión de alfareros que integra a más de 15 familias que por cuatro generaciones se han dedicado a este noble oficio.
Inclusive, con un horno de más de 200 años, la Unión de Alfareros de La Luz ha creado miles de cazuelas con técnicas completamente artesanales. Y no sólo hacen cazuelas para el hogar; también han hecho cazuelotas para guisar ¡a más de 300 personas!
Esta unión de familias dedicadas a rescatar y salvaguardar la tradición alfarera, ha ganado diversas distinciones. Una de ellas fue el Récord Guinness por la cazuela de barro más grande de la historia. Ésta midió ¡1.4 metros de alto y de diámetro!